En Milán hay un local muy vinculado a los movimientos artísticos y culturales de la década de 1900, donde un aperitivo significa participar en una leyenda, donde las celebridades se mezclan con la gente común, el lugar favorito de los “coolhunters”, un sitio donde se generan nuevas ideas…. hablamos del mítico Camparino, donde los pensamientos toman forma cuando se acompaña de un Campari.
En 1915 Davide Campari abre Camparino en la Galería Vittorio Emanuele II de Milán, siendo el local favorito del rey Humberto I o de Verdi. Intervinieron en su interiorismo varios artistas con cánones estéticos de estilo Art Nouveau. En noviembre de 2019 reabre sus puertas con una identidad renovada ampliando la oferta de comida y bebidas, convirtiéndose así en uno de los establecimientos más influyentes para los amantes de la mixología y la innovación gastronómica.
En esta nueva oferta gastronómica se encuentra el Pan’cot, elaborado con las mejores harinas integrales y que sirve como base para deliciosas combinaciones de carne, pescado, frutas y verduras y concebido para combinarse con un menú de cócteles, destacando el Negroni, cuyo origen se remonta a 1919 cuando el Conde Negroni añadió a su Americano un toque de Ginebra en lugar de soda, creando uno de los cócteles más famosos del mundo.
El arte de la mixología de Campari se une al talento del chef con estrella Michelin Davide Oldani, que crea el Pan’cot, y que solo podrás encontrar en el Camparino. El resultado es un viaje por los sentidos, que abarca el pasado y configura una experiencia de maridaje de alimentos que va más allá de lo contemporáneo.
El arte del croissant
Diariamente, producen “in house” una gama única de croissants incluyendo «La Lina», un croissant rojo, teñido con Campari y elaborado exclusivamente con masa madre. Una combinación inigualable de sabores.
Reunirse en el Camparino para tomar un cóctel antes de la ir a La Scala, al lanzamiento de una exposición en el Palazzo Reale, o simplemente para tomar una copa después del trabajo, no es solo un ritual: es una tradición italiana que ha convertido a Milán en el santuario más prestigioso y auténtico.
El Campari se puede probar en todos los bares del mundo. Aun así, sin duda, es en el Camparino y con su versión del Negroni donde lo podrás disfrutar como un auténtico milanés.
El Grupo ha participado activamente en la respuesta a la crisis apoyando a las comunidades locales con donaciones en efectivo; la producción de desinfectante para manos, fondos de ayuda y muchas otras actividades en varios países del mundo. Está muy comprometido en apoyar a la industria hotelera que se ha visto especialmente afectada por la crisis con el objetivo de generar una importante ayuda financiera, apoyo organizativo y educativo para la comunidad de cantineros y los muchos profesionales del comercio.
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