Una pasarela de contrastes, así es como se podría definir la moda que viene para la próxima temporada de otoño-invierno. Trajes de chaqueta con aires masculinos, grandes abrigos oversize, tejidos fluidos, colores neutros y estampados brillantes. Una mezcla ecléctica y bañada por distintas influencias de la que os resumimos a continuación las claves en cuanto a tejidos y siluetas.
Trajes de chaqueta al más puro estilo gentle-woman
Los trajes de chaqueta con falda o con pantalón se han convertido en un must para el próximo otoño-invierno. La combinación ganadora es una americana de gran tamaño y pantalones, pero no necesariamente. Con falda, con transparencias en la prenda interior, con toques de color, con tejidos de tweed, terciopelo, satinados, estampados o de diferentes colores. Las variaciones son infinitas siempre y cuando se trate de un dos piezas de corte masculino.
¿Quién dijo frío?
Abrigos largos hasta los pies, “michelín”, de pelo… todos diseñados siguiendo la dinámica oversize y de corte masculino y pensados para no pasar frío durante la época invernal. Los abrigos, largos y en su mayoría de líneas rectas, combinan en tonalidades con las prendas interiores o se convierten en el centro de atención con divertidos motivos y estampados.
También se apuntan al monocolor los plumíferos. Largos, cortos, sin mangas, dan volumen a los conjuntos y nos mantienen calentitas, al igual que las prendas de pelo, muy en tendencia esta temporada.
Tejidos con cuerpo
La gran variedad de tejidos que destacan en esta temporada invernal tienen en común su cuerpo y su densidad. El cuero y el tweed son las estrellas indiscutibles junto con las pieles y el pelo. En el primero basó su colección Balmain, que juega con las distintas tonalidades tostadas, prints y cortes creando una silueta que se perfila a retales. Aunque no fue el único, tanto en tono negro como marrón el cuero ha sido una constante en la pasarela de otoño-invierno y pudo verse en vestidos, prendas de abrigo, faldas, pantalones… ¡un sinfín de posibilidades!
También Chanel optó por este material para sus diseños, aunque la estrella de su desfile fue un tweed grueso en tono gris, que junto con el tartán se vieron sobre todo en americanas y trajes de dos piezas.
Una mezcla interesante es la que presentaron los diseñadores al combinar este tipo de telas más invernales con tejidos veraniegos como la seda. De esta forma, sobre vestidos, faldas y pantalones flare, presentan tops y chaquetas en piel, tweed o pelo. Un contraste visualmente atractivo y que permite aprovechar las prendas de la temporada anterior.
El denim, el terciopelo y los tejidos metálicos y brillantes también han estado muy presentes. La tela vaquera vuelve y vuelve al estilo de los 90, con trajes completos y cazadoras y pantalones anchos. Mientras que el velvet ha renacido y parece no querer marcharse todavía. Ejemplos desde el vestido largo de Christian Dior hasta el traje de chaqueta y pantalón (con chaleco incluido) en tono verde de Dolce & Gabbana o detalles en los accesorios como el caso de Gucci, que combina un cinturón en color con un vestido estampado.
Los tejidos metalizados y brillantes dan a los outfits un toque llamativo y futurista. Se consiguen con lentejuelas o telas satinadas y se emplean en todo tipo de prendas y con todo tipo de tonalidades y estampados.
De privamera-verano a otoño-invierno: transparencias y hombros cut-out
Algunas de las tendencias de este verano se repiten y continúan durante la temporada de otoño-invierno. Destaca el uso de las transparencias en la colección de Emporio Armani, que se atreve con un pantalón en un material impermeable que recuerda a los clásicos chubasqueros.
Mientras tanto, vestidos y blusas off shoulders siguen presentes, ahora en manga larga y perfectos para combinar con la infinidad de prendas de abrigo en tendencia.
Un toque retro
El corte predilecto para las faldas es a media pierna y la silueta entallada con una abertura frontal o lateral. Aunque también se han visto faldas plisadas en diferentes tonalidades. Carolina Herrera la combina con un top con transparencias en un look monocromático.
Las faldas midi aportan un toque vintage que se acentúa con los flecos. En vestidos, jerséis, faldas, accesorios… y en cualquier tipo de tejido, incluso el cuero. Aportan movimiento a las prendas típicas invernales de líneas más densas.
Tejidos y siluetas atemporales y pensadas para la estación fría que llenarán los armarios de las más fashionistas durante los próximos meses.