En una combinación mágica de exotismo oriental y líneas depuradas, las pasarelas de otoño-invierno siguen la estela de la pasada temporada y se inspiran el mundo asiático.
La pasada primavera las colecciones de grandes como Gucci o Prada trajeron consigo una oleada de pasión por los kimonos, los estampados florales y las sedas fluidas. Ahora esta tendencia asiática, menos evidente, se presenta como inspiración en tejidos, colores, estampados y formas adaptadas a la época más fría.
Estampados de inspiración oriental
El estampado de inspiración oriental es sin duda la apuesta más destacada. Las flores, exóticas y cargadas de colores vibrantes, dorados y rojos son las protagonistas. Pero también están presentes otros motivos inspirados en las tradiciones de China o Japón: farolillos, brocados, símbolos, figuras, dragones…
Tejidos con caída y detalles brillantes
Los tejidos fluidos y con caída son fundamentales para ese efecto asiático así como el efecto brillante que caracteriza a las sedas tradicionales, los rasos y los terciopelos junto con los bordados en tono dorado y los efectos iridiscentes de las borlas y los flecos ondeados al caminar.
El qipao, la estrella
En cuanto a las formas, el verdadero protagonista es el qipao, o más bien la reinterpretación occidental de este que ha desfilado en las pasarelas otoñales. La prenda que cambió la forma de vestir de las chinas se caracteriza por un corte lineal y limpio que enmarca la figura y por su cuello cerrado. Aunque este aire de silueta oriental se consigue también con otros detalles como los cinturones anchos que remarcan la cintura, un complemento que está pegando muy fuerte esta temporada.
Accesorios y maquillaje complementan el look
Otros diseñadores han optado por incluir esta tendencia asiática en sus colecciones a través de los accesorios e, incluso, del maquillaje. Sombreros, sombrillas, bolsos, zapatos y joyas con toques orientales. Gucci vuelve a destacar en este aspecto después de haber maravillado con su colección primaveral, pero no es el único. Dorados, tejidos brocados, rojos y azules que acompañan a maquillajes pálidos, en algunos casos llevados al extremo pero que, en general, dejan atrás a las pieles bronceadas a las que se tendía.
Una tendencia que, fuera ya de la pasarela, ha querido trasladar la firma Thomas Sabo en una colección de joyas. La Colección Dragon Nights tiene como inspiración esa concepción mágica de Asia. Las simbologías, los dragones… plasmadas en pendientes, colgantes, anillos y pulseras para hombre y para mujer.
Una tendencia recurrente en el mundo de la moda por su exotismo y su elegancia pero que se reinterpreta cada temporada.