Este otoño Barcelona abre sus puertas al arte francés gracias a la inauguración del primer hotel Sofitel en España. Conexión entre la cultura catalana, los aires cosmopolita y el saber vivir Galo. Una bienvenida al sur de Europa que homenajea la riqueza de la diversidad. Invitando a viajeros y locales a disfrutar de La Vida Chic dentro de un espacio donde el reciclaje y la sostenibilidad es primordial.
La ciudad condal ha sido la ubicación perfecta para presentar el lujoso Sofitel Barcelona Skipper, entre el Parc de la Ciutadella y la Barceloneta, teniendo unas magníficas vistas al mediterráneo.
Gracias al estudio de arquitectura Factoria Uda, el interior del edificio convive entre la elegancia y sofisticación francesa y el azul característico del mar de Barcelona. Una conexión entre las dos tierras que se ven reflejadas en los baños, combinando el blanco y el negro, así como los Panots en los cabeceros de las camas. Los famosos hexágonos de Gaudí que visten el suelo del Passeig de Gràcia.
Además, los artistas catalanes Ya ya Tur y Mario Ruiz se han encargado de transformar las estancias en galerías de arte. Y es que, en cada una de las habitaciones encontramos piezas creadas con elementos reciclados. Así como los espacios exteriores, delimitados con jardineras creadas por artesanos de la Bisbal del Empordà. Reflejando a los visitantes la exquisitez que encontramos en el arte local, sin necesidad de buscarlo fuera de nuestras fronteras.
Año a año seguimos avanzando para crear una sociedad más sana y tolerante. Y las lujosas marcas son las primeras en fomentar sostenibilidad e igualdad. Maud Bailly, CEO del Grupo Accor así lo declara, potenciando la reducción de consumo lumínico y la posición de la mujer dentro del equipo directivo.
Para mí, este hotel de 5 estrellas es el sincretismo de las culturas parisina y barcelonesa por su diseño, su cultura de servicio y experiencia gastronómica. El hotel también demuestra cómo podemos alcanzar servicios de lujo operando de manera sostenible. Ofreciendo por ejemplo una experiencia gastronómica con el 100% de productos locales en sus 3 restaurantes. 82 paneles solares o promoviendo la diversidad con un 60% del equipo directivo del hotel liderado por mujeres.
Por un mundo más sostenible y cercano
Sofitel Barcelona Skipper se ha afincado con un fuerte compromiso por el bienestar social. El edificio cuenta con controles automáticos de temperatura y climatización, así como 82 paneles solares que abastecen de energía todo el hotel. En cuanto al jardín vertical de la fachada, el sistema de riego está programado para evitar el desperdicio innecesario de agua. Además, las piscinas cuentan con un sistema electrolisis salina, para evitar el uso del cloro. Por otro lado, encontramos la eliminación del plástico de un único uso, la incorporación de los nuevos dry amenities responsables (sin plástico) y dispensadores de la marca Diptyque son una aportación más a conseguir al máximo el Zero Waste. El uso del embotellado en vidrio, así como la colaboración con Complot Estrella Damm de Barcelona, quienes destinan parte de sus beneficios a proyectos de cuidado del mar.
Estas iniciativas reflejan la necesidad de seguir cuidando nuestro entorno. Ayudándonos unos a otros, pues así ganamos todos. Además, siempre tienen presente apoyar las raíces culturales, artísticas y gastronómicas de la zona. Apostando por la máxima calidad sin ir a buscarla muy lejos, pues la encontramos a nuestro alrededor. La carta está repleta de pescados frescos de la lonja de la Boqueria, embutidos catalanes de Castellterçol o quesos de Puigcerdà.
La gastronomía del chef David Andrés: tapas con el 100% de productos de proximidad.
El chef catalán, David Andrés, galardonado con una estrella Michelin, firma la carta del principal restaurante del hotel, Tendiez. El joven cuenta con una gran experiencia, influido por grandes restaurantes como ABaC, siendo jefe de cocina liderado por Jordi Cruz.
Para esta nueva carta ha diseñado tapas como Escalivada de Tomates Pasificados o Croquetas de Calçots con Salsa Romesco. Gastronomía de alto nivel basada en sabores catalanes. Y para combatir el desperdicio de comidas, el hotel cuenta con un programa que controla las cantidades que hay que utilizar día a día. Donando todos los viernes platos a asociaciones locales como Rottary.
Imágenes cedidas por Sofitel