La arquitectura es la principal protagonista de la obra de Simon Schubert obsesionado con representar su arte a través del papel.
Nacido en 1976, este alemán se ha convertido en un destacado artista contemporáneo gracias a sus peculiares obras en papel. En ellas, emplea hojas totalmente blancas a las que da vida mediante las luces, sombras y formas que se crean cuando las humedece y pliega brillantemente.
Pliega el papel brillantemente para recrear los detalles arquitectónicos
Se trata de una técnica complicada debido a la fragilidad del material, sobre todo cuando está mojado. Sin embargo, consigue unos resultados asombrosos. Intrincadas escaleras, increíbles lámparas colgantes. Interiores de majestuosos edificios que retrata detallados al milímetro hasta maravillar al espectador.
Realizó sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf, pero sus influencias van más allá del arte y diseño. En la literatura, asegura haberse inspirado en el dramaturgo Samuel Beckett o en Edgar Allan Poe. Vanguardista, el icono surrealista René Magrit también ha conseguido marcar un arte que desborda sensaciones. Soledad, aislamiento, pérdida, ansiedad. El blanco impoluto o el rastro de las marcas del agua sobre el papel provocan un efecto casi fantasmal que se acentúa por el tipo de espacios arquitectónicos que escoge como muestra.
Los interiores de edificios de finales del siglo XIX ayudan en la labor mágica de crear ese ambiente de casa encantada que tanto caracteriza a sus recreaciones. El concepto de desaparición es un tema recurrente en su obra y es que la fragilidad del papel y la sutileza que aporta hacen que parezca que está a punto de desintegrarse, como si de un sueño se tratara. Frágil y efímera, el juego de luces y sombras otorga dimensionalidad a la obra.
La imagen representa el interior del edificio Stadtschloss, un antiguo palacio real barroco en el centro de Berlín derribado cuando la ciudad fue dividida durante la II Guerra Mundial
Los grandes espacios palaciegos parecen atrapar al espectador
A la vista del espectador, parece ser posible adentrarse en una habitación que te atrapa. No hay salida al blanco continuo, a los espacios vacíos ni a las puertas cerradas que caracterizan sus retratos.
Además de las representaciones en papel, el trabajo de Schubert abarca esculturas e instalaciones fieles a su particular forma de mostrar el mundo. Durante el 2015, los amantes del arte han podido disfrutar de su obra en museos y galerías de Wolfsburg, Köln y Berlín (Alemania) Nueva York o Stresa (Italia).
Simon Schubert, Untitled (Poe House Boston), Foley Gallery, New York
Simon Schubert, Blind Space (Installation View III), 2013, Abtei Brauweiler. Photograph by Maurice Cox
Una visión original que capta la atención de la vista del más escéptico. Atrapado en una mansión de película, pareces poder pasear por sus solitarios pasillos como en una nube de fantasía misteriosa. Es el mágico mundo al que transporta la obra de lo que parece un príncipe del misterio, digno sucesor de sus influjos literarios.