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El pasado mes de abril fue inaugurado en Mónaco el crucero Silver Muse, la novena joya de la flota de Silversea Cruises. Y como es norma en los buques de esta compañía, todo está destinado a proporcionar la experiencia más placentera posible a los privilegiados que realicen cualquiera de sus singladuras por los mares del planeta.

El Silver Muse junto con otro buque de la compañía: el Silver Whisper

El Silver Muse junto con otro buque de la compañía: el Silver Whisper

Cuando decimos privilegiados no solo nos referimos por su capacidad económica para pagar el precio por embarcar en este buque. También hacemos mención a que sus 596 pasajeros son un número bajo en este tipo de embarcaciones. Y la razón no es otra que conseguir todos y cada uno de ellos se sientan especiales y hagan realidad sus expectativas de navegar en un crucero de lujo capaz de satisfacer a los viajeros más exigentes. En definitiva y en una frase, el Silver Muse es un barco relativamente pequeño e íntimo que ofrece grandes, sofisticadas e innovadoras suites, lo cual es una seña de identidad de la compañía.

Los viajes del Silver Muse

En la web de Silversea Cruise se pueden hallar las fechas exactas de todos y cada uno de los itinerarios de este barco, así como los del resto de buques de la compañía. No obstante, para abrir boca podemos presentar a grandes rasgos algunos de los 34 países y los más de 130 puertos donde tiene previsto atracar el Silver Muse a lo largo de este 2017.

Para comenzar, durante este verano bogará por las aguas del Mediterráneo, acercándose hasta destinos clásicos pero también a zonas que son verdaderas sorpresas para sus cruceristas. Por ejemplo descubrirá las Cinque Terre del mar italiano de Liguria. O llevará a sus pasajeros hasta la Antigua Grecia acercándoles a los tesoros arqueológicos de Olimpia.

El Silver Muse surcando el Mediterráneo a la altura de Génova

El Silver Muse surcando el Mediterráneo por la costa de Génova

Travesías por el Mare Nostrum que mostrarán hasta trece lugares que la Unesco ha declarado Patrimonio de la Humanidad. Unos meses de sol, historia, buena comida y sensaciones de lo más placenteras como no puede ser de otro modo en el Mediterráneo. Sin embargo este periplo concluirá ya en el Atlántico, en la siempre melancólica e inspiradora Lisboa.

La capital lusa es el punto de inicio de la travesía transatlántica con rumbo a América, a lugares como Quebec o Nueva York. Puntos más septentrionales de su singladura americana, ya que luego descenderá por Florida y el Caribe, para finalmente adentrarse en el canal de Panamá y desembocar en el océano Pacífico, donde le esperan puertos como Valparaíso en Chile, así como otros lugares emblemáticos de la fascinante América del Sur.

Alojarse en el Silver Muse

Cualquiera de los lugares que hemos nombrado están ahí y se puede llegar de mil maneras, pero obviamente no es lo mismo arribar a todos esos puertos en una embarcación como el Silver Muse, y mucho menos si se viaja alojado en algunas de sus mejores suites.

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Máximo espacio y comodidad en cualquiera de las suites del crucero

Entre ellas destaca la Suite Balsorano, en cuya decoración y equipamiento se ha implicado el propio presidente de la compañía Manfredi Lefebvre d’Ovidio di Balsorano de Clunieres. Por lo tanto, un espacio al que le da nombre tiene que ser realmente espectacular en sus 92 m2 de superficie.

Aunque hay otras suites de enorme calidad como la Owner, la Royal o la Grand que poseen detalles como que sus colchones están hechos a medida en Gales por el fabricante de camas de lujo Savoir Beds.

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La experiencia de navegar en el Silver Muse

Las suites son impresionantes, en realidad, cualquier habitación para los pasajeros posee unos elevadísimos estándares de calidad. Y lo mismo se puede decir de sus espacios comunes como el innovador Zàgar Beauty Spa, cuya esencia es hacer que los usuarios sean conscientes con sus cinco sentidos de que se encuentran en un espacio diferente, moderno y capaz de transportar al cuerpo y la mente a un punto de bienestar antes desconocido.

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El Zàgar Beauty Spa es imperdible para todo pasajero del Silver Muse

Por supuesto, se puede disponer de todos los servicios de salud y belleza que se imaginen, o hay un completo gimnasio a disposición de los pasajeros, con entrenadores personales para gozar de sesiones individualizadas. Y aunque todavía no lo hayamos nombrado, en cubierta no falta la piscinas y jacuzzis donde sencillamente desconectar de todo y dejarse llevar por el ritmo de la navegación.

Los restaurantes a bordo

Una experiencia de semejante nivel no estaría completa sin unas propuestas gastronómicas de calidad. Para todos los gustos y que provoquen cada día diferentes sensaciones y texturas en el paladar. Desde el exotismo oriental y contemporáneo de los salones Kabuki e Indochine hasta el refinamiento de la cocina francesa del restaurante La Dame, llevado por prestigiosos chefs de Relais & Château, partner exclusivo de Silversea.

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A bordo es posible saborear comida de calidad y de cualquier procedencia

También está La Terrazza, emblema de Silversea, donde la reina es la gastronomía más tradicional y fresca de la cocina italiana. Un lugar que como indica su nombre, la comida siempre se disfruta con vistas al mar.  Allí se descubre que de los fogones italianos no solo salen pizzas. Si bien, quien desee en cualquier momento del día darle un bocado al plato más internacional del mundo y comérsela junto a la piscina podrá hacerlo en el Regina Margherita.

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Toda una experiencia la de tomar el sol, un refresco o algo de picar en la piscina mientras se navega hacia un nuevo destino

Y para tomar algo en tono más informal se puede optar por las tapas de diseño del Silver Note que evoca los clubs de jazz norteamericanos. O también está el Hot Rocks, cuyo nombre alude a las piedras volcánicas a 400º donde se cocina la carne, pescado o verduras elegidas por cada comensal.

Muchas palabras para describir lo que ofrece el Silver Muse a cada uno de sus 596 pasajeros en todos sus viajes por mares y océanos. Sin embargo, todas estas palabras sobran cuando se embarcar en él y sencillamente uno se dispone a disfrutar de una experiencia de ultra lujo. Desde Horse solo nos queda decir, ¡buen viaje!