Pocos inventos en España han logrado un resultado tan útil, estético, práctico, entrañable y trascendente como aquel que presentara en 1961, el diseñador y arquitecto catalán nacido en Madrid, Rafael Marquina i Audouard. Hablamos de una pieza clásica y casi totémica en nuestro país, la aceitera antigoteo que le acreditara a Marquina el primer premio Delta de Oro que otorgó la ADI-FAD (Associació de Disseny Industrial) en aquel año.
Este año, y como parte de la celebración de las tres décadas de historia de la prestigiosa casa de alfombras de diseño que dirige su hija Nani Marquina, la familia, cargada del valor sentimental que esta obra comporta, ha relanzado la bella aceitera con unas ligeras modificaciones.
A la edición 2017 del setrill (palabra catalana para aceitera), se le ha añadido la firma de su autor a la base, a fin de garantizar su autenticidad, debido a que el producto es uno de los más copiados y versionados del diseño español. También se ha fabricado un poco más achatado que el modelo original. Asimismo el caño es algo más bajo, lo que mejora todavía más la estabilidad y precisión del flujo. Por último, se le efectuó un corte frío estético en la boca del embudo.
“Mi padre se obsesionó con la idea de crear un aceitero que no goteara, porque mi abuela le propinaba un golpe suave en la cabeza cada vez que dejaba gotear el aceite y manchar el mantel. Gracias a esta frustración, nacería su invento” evoca su hija Nani, exitosa empresaria textil de Barcelona.
Cuenta Nani Marquina también, que la primera vez que su padre debió mostrar el prototipo de la aceitera en la que estaba trabajando de cara a su primer congreso internacional, escuchó abucheos provenientes de una parte del público que lo hirieron profundamente.
La aceitera Marquina que por diseño, elegancia y practicidad pudiera estar presente en los mejores establecimientos gastronómicos de nuestro país, desafortunadamente se ha visto relegada a un empleo privado, debido a una polémica ley del Gobierno español que desde 2014 prohíbe las aceiteras y otros recipientes rellenables en bares y restaurantes.
Esta nueva reedición del setrill, y tras estupendas celebraciones en Milán, New York y Barcelona, llega como parte del 30 aniversario de Nanimarquina.
“Es un acto simbólico, una vuelta al origen y homenaje a mi padre”, señala Nani. “En la familia compartimos la misma historia y valores”, añade.
“También el componente de la manufactura artesanal que tanto fascinaba a mi padre, es algo que une las alfombras que creo con la esencia de lo que siempre fue su trabajo”, puntualiza.
La experta en alfombras señala igualmente que se han producido muchas sinergias comerciales, en donde una gran cantidad de los puntos de venta de sus alfombras, ya han sentido la necesidad de vender también la aceitera de su padre. Próximamente se pondrá a la venta también a través de su web www.nanimarquina.com por un precio cercano a los 50€.