Con motivo del centenario del nacimiento del artista, el Museu Tàpies presenta Antoni Tàpies. La práctica del arte, una de las retrospectivas más importantes que se han hecho sobre Tàpies.
Antoni Tàpies fue un visionario. Su forma de entender el arte —trascendiendo siempre el simbolismo de la obra— invita a una reflexión profunda, a integrarse en esa materia que plasmaba en sus cuadros y fundir la mirada en ellos.
Tàpies es uno de los mayores representantes del expresionismo abstracto y el informalismo a nivel mundial. Su legado artístico es extenso y rico, así como difícil de borrar en nuestra memoria.
Con motivo del centenario de su nacimiento, el Museu Tàpies presenta , que será la exposición más importante del año en el museo. Ha sido comisariada por Manuel Borja-Villel.
La muestra refleja una síntesis de las investigaciones plásticas que Antoni Tàpies desarrolló durante ocho décadas. Fruto de ese baile entre ensayo y error, Tàpies experimentó con todo tipo de soportes y técnicas. Lo plasmó en dibujos, collages, pinturas, objetos y esculturas, elaborados con múltiples materiales: papel, cartón, madera, polvo de mármol, bronce, barniz… El resultado final es un nuevo planteamiento de formas estéticas para pensar el mundo contemporáneo desde una perspectiva basada en la materia y la existencia. Todo ello se refleja en esta ambiciosa retrospectiva que constituye una de las mayores revisiones de su trabajo hasta el momento.
Antoni Tàpies. La práctica del arte nace de un claro propósito: reflexionar sobre la memoria contenida en el espacio de la Fundació Antoni Tàpies, ahora conocida como Museu Tàpies. A través de una secuencia por los principales proyectos que han marcado la historia de la institución, la exposición nos ofrece un recorrido no lineal por la trayectoria del artista.
Con una selección de obras que van del 1943 al 2011, la exposición muestra desde los primeros autorretratos del artista hasta sus últimas obras —un año antes de que falleciera—, marcadas por su preocupación por la muerte. Entre esa línea temporal encontramos obras matéricas, políticas y también las más íntimas, como la Sèrie Teresa, dedicada a su esposa.
En ese recorrido no lineal, Antoni Tàpies. La práctica del arte se articula en torno a varios ambientes. Concretamente, el punto de partida son los autorretratos que Tàpies realizó durante un largo período de convalecencia por una enfermedad, la herencia de las vanguardias y sus vínculos con el grupo artístico Dau al Set. También destaca su experimentación con las materias primas en la década de los años 50, que dieron a conocer su obra a escala mundial.
Una década más tarde, en 1960, Tàpies centró su producción artística en los objetos cotidianos, mediante los cuales reforzó su compromiso político antifranquista. Destacan sus trabajos sobre papel y cartón a través del dibujo y del grattage, una técnica pictórica surrealista que fue creada por Max Ernst y que consiste en colocar un lienzo con una o más capas de pintura al óleo sobre un objeto texturizado que posteriormente se raspa.
Finalmente, en su última etapa convivieron los reconocimientos a nivel mundial con la apertura del Museu Tàpies en 1990 y la preocupación por la enfermedad.
Más allá de la exposición, el Museu Tàpies ha organizado una amplia programación pública y educativa, además de un catálogo con textos de Manuel Borja-Villel, Carles Guerra y Pedro de Llano Neira.
Antoni Tàpies. La práctica del arte se podrá visitar en el Museu Tàpies hasta el 12 de enero de 2025. Antes de llegar a Barcelona se presentó en el Bozar de Bruselas (otoño del 2023) y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (primavera del 2024).
«Intento que mi pintura sea útil… La pintura es mi terapia. Es mi forma de
aprender a vivir conmigo mismo, de entenderme a mí mismo, de entender el
mundo que me rodea y también de ayudar a los demás. Sin embargo, no puedo
evitar sentirme abrumado por las tragedias que tienen lugar en el mundo
y que parecen empeorar cada vez más… Y, guerras aparte, no puedo ignorar
el hecho de que nuestra denominada sociedad del bienestar es, por encima
de todo, una sociedad de consumo que hunde sus raíces en la destrucción de
la naturaleza, en injusticias incontables y en un sufrimiento generalizado.
Tiene una importancia vital que la gente se dé cuenta de ello.»
Antoni Tàpies a Manuel J. Borja-Villel, «By Way of Introduction:
A Conversation with Antoni Tàpies», en Antoni Tàpies: New Paintings,
Nueva York, Pace Wildenstein, 1995.