Este proyecto nació en 2009 y cuenta con el apoyo de la iniciativa Perpetual Planet de Rolex.
Sabemos que los océanos son ecosistemas imprescindibles para el planeta: ocupan tres cuartas partes de la superficie terrestre y en ellos reside la mayor parte de biodiversidad. Sylvia Earle lleva más de medio siglo investigándolos desde su profesión como bióloga marina. Ha liderado varias expediciones marinas para comprender y proteger los ecosistemas, y en 2009 inició el proyecto Mission Blue, que forma parte de la iniciativa Perpetual Planet de Rolex.
Mission Blue es un proyecto liderado por Sylvia Earle. Crédito editorial: Mission Blue.
Mission Blue está creando una coalición global para inspirar conciencia pública, acceso y apoyo a una red mundial de áreas marinas protegidas denominada Hope Spots. Además, crean campañas de comunicación y se embarcan en expediciones oceánicas regulares que arrojan luz sobre ecosistemas. En la actualidad la alianza Mission Blue incluye más de 200 respetados grupos de conservación oceánica y organizaciones con ideas afines, y apoya el trabajo de las ONG de conservación que comparten la misión de generar apoyo público para la protección del océano.
Mediante la web de Mission Blue, organizaciones, gobiernos locales y todas aquellas personas que lo deseen pueden presentar una candidatura para que una área marina determinada sea declarada como Hope Spot. A partir de ese momento, un equipo de biólogos marinos estudia la viabilidad de la propuesta. En total se han creado más de 145 Hope Spots a nivel mundial mediante organizaciones y comunidades de 69 países.
Además, desde su fundación, también ha organizado más de 30 proyectos de investigación especializados para explorar la fauna y flora submarina.
El objetivo final de Mission Blue es ayudar a proteger el 30% de los océanos en el año 2030, para cuando están marcados los Objetivos de Desarrollo Sostenible y siguiendo así la recomendación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Esto tiene aún más sentido tras estudios de Naciones Unidas de que en 2050 podría haber más cantidad de plástico que peces en los océanos.
