En 2017, el actor Robert de Niro y el chef Massimo Bottura -ganador del premio al mejor restaurante del mundo 2016- abrirán un comedor social en el barrio newyorkino del Bronx. Será el «Refettorio Ambrosiano».
La idea surgió de la Expo 2015 de Milán donde Bottura desarrolló un programa para recolectar los alimentos sobrantes de varios pabellones de la expo. Un equipo rotativo de los 60 mejores chefs internacionales reinterpretó y cocinó cada noche para las personas sin hogar en un teatro abandonado.
Ahora, Bottura se embarca en el proyecto de abrir un nuevo espacio en el Bronx. Su restaurante, la Osteria Francescana, ocupa el primer puesto como mejor restaurante del mundo. Bottura podría quedarse en Módena y disfrutar del triunfo pero prefiere aprovechar su éxito para crear nuevos proyectos sociales.
En junio anunció su propósito de crear un nuevo centro que contaría con el apoyo del Consulado italiano en Nueva York. Pero sobretodo, tendrá como socio y compañero a Robert De Niro, actor ganador de dos Oscars y también, uno de los restauradores más respetados de Nueva York.
El grupo empresarial de De Niro, Myriad Restaurant, ostenta ocho locales entre Nueva York, Los Ángeles y Londres. Además, posee parte del negocio de los Nobu, considerada la franquicia de restaurantes japoneses más importante.
Por otra parte, el proyecto de la Expo de Milán fue tan exitoso que del mismo modo Massimo Bottura volvió a hacer su magia en los Juegos Olímpicos de Río.
En Brasil, que se desperdician 41.000 toneladas de alimentos al día, aprovechando los JJOO en Río de Janeiro, Massimo Bottura en tan solo dos meses, ha levantado un local, con la ayuda del arquitecto Gustavo Cedroni y el diseñador de interiores Vik Muniz y ha movilizado a los mejores trabajadores sociales del barrio de Lapa para ver qué personas tenían más necesidad. El concepto se llama gastronomía social.
Junto a la ONG Gastromotiva y un total de 50 chefs, como Joan Roca, Quique Dacosta o Albert Adrià, en el Refettorio Gastromotiva han dado de comer a unas 70 personas sin recursos cada día.
El objetivo, como declara Bottura, es «transformar la gastronomía en la mayor herramienta de inclusión social», es el «movimiento de gastronomía social».
Un nuevo tipo de cocina diseñada a través de alimentos para pobres de la mano de grandes artistas de la cocina. El resultado: comida residual convertida en estrella Michelin para paladares sencillos.