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Con la exposición Mariano Fortuny, el Mago de Venecia: coleccionista, artista, diseñador de alta costura, el museo Hermitage de San Petersburgo nos invita a descubrir la poliédrica obra de este creador español, nacido en Granada en 1871 y fallecido en Venecia en 1949.

De Venecia a Rusia

Las salas de exposiciones temporales del prestigioso museo ruso muestran unos 150 objetos creados o poseídos por Mariano Fortuny y Madrazo. Son piezas procedentes de diversos museos y colecciones privadas italianas o rusas. Si bien, la gran mayoría provienen de Venecia, la ciudad de los canales del Mediterráneo, que gracias a Fortuny se hermana durante un tiempo con San Petersburgo, la ciudad de los canales del Báltico.

Modelos de alta costura diseñados por Mariano Fortuny

Modelos de alta costura diseñados por Mariano Fortuny

En la muestra, abierta al público hasta el 13 de marzo, hay arte, trajes, diseños, proyectos escenográficos, tejidos, etc… Tal vez el título de la exposición esté incompleto. Aunque se comprende el resumen, porque sería larguísimo enumerar todas las facetas de Fortuny.

Fue pintor, grabador, fotógrafo, escenógrafo, coleccionista, diseñador de interiores, objetos y también de moda, inventor o empresario. Y en cada vertiente hizo creaciones personales, peculiares e incluso revolucionarias.

Los genes artísticos de Fortuny

Quizás pintando sea como menos destacó. Tal vez se deba a que representa el final de una saga, al ser hijo y nieto de pintores. Su padre fue el gran Mariano Fortuny i Marsal, quién se casó con Cecilia de Madrazo, depositaria de los genes artísticos de una larga dinastía de pintores decimonónicos como su padre Federico de Madrazo o su abuelo José.

Modelo Delphos y pintura de Mariano Fortuny

Modelo Delphos y pintura de Mariano Fortuny

En fin, nuestro Fortuny tenía difícil igualar a sus antecesores, además de que su padre poco pudo enseñarle al fallecer cuando él tenía 3 años de edad. Pese a ello, intentó ser un gran pintor, y pronto participó en exposiciones en París, ciudad en la que se formó durante su infancia y juventud.

Sin embargo, a los 18 años la familia se trasladó a Venecia. Allí amplió sus inquietudes artísticas con sus personalísimos grabados o la fotografía. Este arte emergente le cautivó, llegando a hacer hasta 12.000 fotos, muchas reveladas en papel que él mismo elaboraba.

Su primer gran triunfo

También era un apasionado de la música (de Wagner, preferentemente), del teatro y la ópera. Por esa razón, decidió embarcarse en proyectos escenográficos, labor que revolucionó.

Foto. Estudios para su Cúpula Fortuny

Foto. Estudios para su Cúpula Fortuny

Inventó la llamada Cúpula Fortuny en 1904. Un sistema de iluminación indirecta que permitía efectos lumínicos impensables antes. Un sistema portentoso que le compró la empresa AEG y del que derivaron muchas de las evoluciones en los montajes escénicos posteriores.

Las colecciones de los Fortuny

Su padre y su madre amaban las artes decorativas y coleccionaron infinidad de objetos cerámicos, textiles, arqueológicos, etc. Contemplándolos se formó nuestro protagonista. De ahí extrajo infinidad de ideas para sus creaciones futuras, y además heredó la pasión por el coleccionismo.

Tejido histórico de la colección Fortuny

Tejido histórico de la colección Fortuny

Sobre todo le atrajo el mundo textil de variados orígenes y épocas, desde la antigua Grecia, hasta las sedas japonesas, desde los trajes del Renacimiento italiano hasta los bordados del norte de África y Oriente Medio. Y esta pasión la compartía con su esposa Henriette Nigrin, diseñadora de moda. Es decir, se habían dado los pasos para que él también se convirtiera en diseñador de moda.

El Fortuny diseñador

En realidad, Fortuny fue un diseñador total. No dudó en diseñar de interiores, e incluso en crear objetos que todavía hoy llevan su apellido, como las célebres lámparas Fortuny inspiradas en motivos orientales.

Lámpara Fortuny

Lámpara Fortuny

No obstante, la celebridad se la dieron sus diseños de moda, especialmente sus vestidos Delphos, basados en viejas esculturas griegas, como por ejemplo el Auriga de Delfos.

Estas túnicas tenían como cualidad su comodidad, su simpleza casi minimalista, y sus decenas de pliegues verticales, que jugaban con la forma de la mujer, con su movimiento, con su dinamismo.

Variaciones del modelo Delphos

Variaciones del modelo Delphos

Causaron furor al aparecer en 1907 y vistieron a personajes rompedores en el panorama artístico del momento. Entre ellas, la bailarina Isadora Duncan o la sensual actriz de cine mudo Lilian Gish, así como damas de la alta sociedad como la mecenas Peggy Guggenheim o la esposa de los magnate editorial Condé Nast.

También inventor y además empresario

La elegancia de sus vestidos Delphos es tan indudable, como el talento de su creador y el de su esposa Henriette. Ya que hay muchos que piensan que fue una creación compartida.

Retrato que le hizo a su esposa, la diseñadora Henriette Nigrin

Retrato que le hizo a su esposa, la diseñadora Henriette Nigrin

Pero además del diseño de costura en sí, este tipo de túnicas llevó a Fortuny a hacer una máquina especial que permitiera hacer los pliegues tal y como él deseaba. Es decir, fue un auténtico inventor también de maquinaria textil.

Aspecto definitivo de los pliegues en seda de un modelo Delphos

Aspecto definitivo de los pliegues en seda de un modelo Delphos

Esta capacidad creativa tenía un fin comercial, ya que el matrimonio diseñaba, confeccionaba y vendía. Algo que también le llevó a diseñar unas máquinas de estampado en algodón, gracias a las cuales los bordados estudiados en su colección de tejidos, los podía estampar en sus prendas, haciendo combinaciones únicas.

Curiosamente estas máquinas de las primeras décadas del siglo XX siguen en activo en su vieja fábrica textil en Venecia: los talleres Fortuny. Si bien, la empresa ya no es propiedad de la familia.

Viajar a San Petersburgo o a Venecia

Quien desee descubrir la singular obra de Mariano Fortuny y Madrazo que no dude en viajar a San Petersburgo para visitar la exposición que acoge el Hermitage. No obstante, para los que no puedan viajar allí antes del 13 de marzo, también os recomendamos visitar Venecia. Allí buscad el Palacio Orfei, vivienda y lugar de creación del genio, hoy reconvertido en Museo Fortuny.

Entrada al Palazzo Orfei o Museo Fortuny en Venecia

Entrada al Palazzo Orfei o Museo Fortuny en Venecia

Y para aquellos que no vayan a viajar ni la ciudad rusa ni a la italiana, pero están sorprendidos por la trayectoria vital y personal de este personaje, desde Horse les queremos recomendar la lectura de uno de los mejores libros escritos sobre él: Mariano Fortuny. Arte, ciencia y diseño, escrito por Guillermo de Osma.