El Caribe es todo lo que podemos desear para relajarnos: playas paradisíacas, un clima tropical durante todo el año, naturaleza en estado puro, aguas turquesas y alimentos ricos. Pero la isla de Jamaica esconde mil planes que no te puedes perder para disfrutar de experiencias únicas
Por eso, y aunque Jamaica es una isla bonita de la que disfrutar debajo de una hoja que dé sombra y en una hamaca, puede que estos cinco planes alternativos que hacer en la isla te sorprendan y te animes a probar experiencias que antes no conocías.
Aguas que brillan
El Luminous Lagoon es una maravilla natural, hogar de millones de microorganismos que se iluminan por la noche. Estos, llamados dinoflagelados, habitan dentro de este precioso y mágico lago, que se extiende en la bahía de Falmouth. Sólo hay cuatro lugares en el mundo en el que se puede observar este fenómeno: en Indonesia, en Bahamas, en Puerto Rico y, por supuesto, en Jamaica. Pero, se dice que la laguna de Jamaica es la más grande y la más brillante de todas.
El tour nocturno tiene una duración de 45 minutos, éste empieza en Glistening Waters, y en el cual es posible darse un baño entre aguas resplandecientes… una experiencia inolvidable.
Café… por favor
El Blue Mountain Coffee es el mejor café del mundo, como la mayoría de gente sabe. Pero solo unos pocos conocen qué es aquello que lo hace tan especial… Así que, qué mejor excusa para descubrir los secretos del tesoro mejor guardado de Jamaica que acercarse a alguna de sus plantaciones de café, como la galardonada Croydon Plantation en las montañas Catadupa o la finca privada Creighton Estate, para aprender, de primera mano, todos los detalles sobre su elaboración. Por ejemplo, la fábrica de café Mavis Bank es uno de los pocos lugares de la isla donde se produce este manjar.
Y para que todo el mundo pueda tener esta preciosa experiencia, se organizan visitas guiadas de 45 minutos por sus instalaciones. Y, después del recorrido, los participantes pueden disfrutar de una cata gratuita de este café tan selecto.
Una barca de bambú en la que tumbarse
Sí, es posible subir a una barca de bambú hecha de manera artesanal sin marearse en alta mar. Los paseos en Bamboo Rafting, a pesar de su nombre indique lo contrario, son de lo más relajantes y en los que se puede disfrutar sin ninguna preocupación.
Se pueden elegir entre varios recorridos, dependiendo de los gustos y las aptitudes de cada persona, siendo los más populares el descenso por el río Martha Brae y el de Río Grande, que ofrece la oportunidad de degustar un auténtico menú jamaicano a orillas del río en Bellinda’s, un lugar en el que perderse y degustar delicias gastronómicas.
Originariamente, las balsas de bambú fueron un medio de transporte clave durante la época dorada de la era de las plantaciones en Jamaica. Actualmente siguen manteniendo el mismo diseño que antaño, aunque ahora llevan pasajeros en vez de mercancías. Es importante tener en cuenta que, al ser una embarcación histórica y con una fuerte identidad cultural, vale la pena probarlo, siempre desde el turismo sostenible y el respeto por los materiales y los y las artesanas que lo elaboran.
Cerveza Red Stripe entre la brisa del mar y los colores del cielo
Evidentemente hay una parada obligatoria cuando hablamos de Jamaica, el bar más cool del Caribel: Floyd’s Pelican Bar.
Su propietario, Floyd Forbes, soñaba con construir un bar en medio del océano, y en el año 2001 lo hizo realidad. Ubicado en alta mar, a más de un kilómetro de la costa, su único acceso, ese que le da un toque misterioso y exótico, es por barco. El interior del local está decorado con reliquias de todo el mundo, así que el viajero puede sentirse libre de dejar su propio recuerdo en cualquiera de las formas que desee. Es un gesto bonito porque, no solo cuenta el ir y el volver; si no qué es lo que se deja cuando uno se marcha.
Náufragos por un día
Siempre nos han hecho la mítica pregunta ¿qué te llevarías a una isla desierta?. Pues bien, ahora lo puedes saber, siendo naufrago por un día en Pellew Island, también llamada Monkey Island. Esta playa cuenta con una pequeña playa privada y un columpio, el lugar perfecto para disfrutar de un picnic rodeado de un entorno idílico. Se dice que cuando baja la marea se puede acceder a pie, aunque también se puede llegar a ella fácilmente en balsa o bote desde la cercana Blue Lagoon.