¿Quieres ganar respeto y autoridad? La mujer de acero en “El diablo se viste de Prada” te enseña a brillar sin pedir permiso.
El sector siempre ha estado rodeado de misterio y glamour, pero detrás de las portadas deslumbrantes y los diseños icónicos se encuentra un trabajo arduo y decisiones audaces. Así, Anna Wintour, una de las figuras más influyentes en la industria de la moda, ha allanado su camino hacia la cima y ha redefinido la narrativa de la moda a lo largo de su carrera.
Desde sus inicios en Londres hasta su papel actual como Directora Artística de Condé Nast y Asesora de Contenido Global de Vogue, la mujer más poderosa del sector ha acumulado un tesoro de conocimientos que pueden servir de guía para cualquier persona que aspire a destacar en la fashion industry.
Asentando sus Bases en el Mundo de la Moda
Londinense de nacimiento, se adentró en el mundo de la moda desde muy joven gracias a la influencia de su padre, Charles Wintour, un respetado editor del periódico británico “The Evening Standard”. Durante la adolescencia de Anna, él le consultaba cómo hacer que el periódico atrajera a un público más joven.
Asimismo, este entorno marcó el comienzo de su futura pasión por el periodismo y la determinación que le caracterizan hasta el día de hoy. “Vi la forma en que trabajaba mi padre, en esa época se publicaban 14 o 15 ediciones por día, así que no había margen de error”.
Más adelante, en 1970, Anna dio sus primeros pasos como asistente editorial en Harper’s & Queen en Londres. Este puesto la sumergió en la frenética actividad editorial de una revista de moda y la expuso a una variedad de aspectos de la industria. “Tienes que aprender de todo y ser capaz de hacer varias cosas a la vez. Creo que te da la fortaleza y certeza de que no estás encasillado”, añade Wintour, en una entrevista sobre su trayectoria.
El Ascenso de Anna en Nueva York
El verdadero punto de inflexión en la carrera de Anna Wintour se produjo cuando se mudó a Nueva York en 1975, donde continuó su camino en el periodismo de moda trabajando para la edición estadounidense de Harper’s Bazaar. Fue un trampolín que la llevó a convertirse en la editora de moda de la revista New York en 1980, consolidando su reputación como una figura influyente en la industria.
En 1983, con tan solo 33 años, Anna fue nombrada Directora Creativa de Vogue América, bajo la dirección de Grace Mirabella. Poco después, regresó a Inglaterra como Editora Jefe de British VOGUE antes de dar un salto de vuelta a Nueva York en 1987, donde asumió la posición de Editora Jefe de House & Garden. En menos de un año, obtuvo el mismo cargo en VOGUE América, un cargo que ha ocupado durante más de tres décadas.
El alcance de la Cima en la Industria
Por otro lado, Anna Wintour no solo ha sido la fuerza creativa detrás de VOGUE América, sino que, su influencia se extiende más allá. En 2013, Anna fue nombrada Directora Artística de Condé Nast, lo que la colocó a la cabeza de la dirección creativa de todos los títulos en el portafolio de la compañía, excepto The New Yorker. Esta posición le otorga un papel esencial en la toma de decisiones corporativas, desde estrategias digitales hasta expansiones o reducciones de marca.
Más tarde, en 2019, Anna asumió el papel de Asesora de Contenido Global, supervisando VOGUE International, un centro que crea contenido digital para las ediciones de VOGUE en todo el mundo. Así, sus responsabilidades trascienden las páginas de una revista, convirtiéndose en una figura crucial en la estrategia global de la moda.
Deseo de fomentar la expresión artística: Reconocimientos y Filantropía
Anna Wintour ha sido galardonada y reconocida a lo largo de su carrera. En 2008, recibió la Orden del Imperio Británico y, en 2017, el título de Dama Comandante de la Orden del Imperio Británico. La Légion d’Honneur francesa se sumó a su lista de logros en 2011.
A lo largo de los años, Anna ha dedicado su tiempo, recursos y nombre a causas filantrópicas. Colabora con el CFDA/Vogue Fashion Fund, el Youth Anxiety Center en el Hospital New York-Presbyterian y God’s Love We Deliver.
Sin embargo, su compromiso más duradero y visible es con el Museo Metropolitano de Arte. Por ello, su papel como fiduciaria del museo y su labor de recaudación de más de 231 millones de dólares para el Instituto del Vestuario a través de la gala anual, demuestran su influencia en la comunidad y su deseo de preservar y fomentar el arte y la historia del vestuario.
Lecciones de la jefa para Alcanzar el Éxito en la Moda
En esta entrevista reveladora Anna comparte consejos de gestión fundamentales que han sido cruciales para su éxito en la industria de la moda.
1. Contratar y construir un gran equipo: La importancia de formar un equipo excepcional no debe subestimarse. Anna enfatiza que la diversidad de talento es crucial para fomentar la creatividad y el pensamiento innovador. El éxito de un líder depende en gran medida de su capacidad para confiar y empoderar a su equipo.
2. Establecer un sistema para el seguimiento del trabajo: La organización y la gestión eficaz del trabajo son esenciales. Asimismo, Anna aboga por tener un sistema bien definido para hacer un seguimiento de las tareas y garantizar la eficiencia operativa.
3. Dar feedback veloz y directo: La comunicación clara y la retroalimentación efectiva son componentes esenciales de la gestión. Anna sostiene que ser directo y ofrecer comentarios con claridad es fundamental para el éxito.
4. Evitar el micromanagement: Confianza en el equipo y evitar la microgestión son rasgos distintivos del estilo de liderazgo de Anna. Ella valora la independencia y la capacidad de sus colaboradores para tomar decisiones en nombre de la marca.
5. Tener objetivos claros al concertar reuniones: Las reuniones estratégicas y bien planificadas son una parte vital de la gestión. Anna subraya la importancia de planificar las reuniones con un propósito definido, lo que garantiza que sean efectivas. Pone el foco en incorporar miembros que sean autosuficientes y tengan puntos de vista distintos, que aporten valor. Eso le permite delegar con confianza.
6. Tener una visión a largo plazo: Siempre ha sido una mujer visionaria. El Met Gala es un ejemplo excepcional de su capacidad para proyectar y ejecutar una visión a lo largo del tiempo. “Hay muchas formas de desarrollar tu punto de vista y ampliar tu visión creativa.
También es importante no pasar demasiado tiempo con el móvil y dedicarle tanto tiempo como puedas a la exposición creativa y cultural”, añade Anna. Ella fue quien transformó un evento modesto en una celebración anual de la moda. Esto demuestra la importancia de ser paciente, tener un enfoque a largo plazo y desarrollar proyectos con una visión sólida.
7. Comunicar a través de imágenes: La jefa indiscutible destaca la importancia de trabajar con fotógrafos y modelos que compartan su visión y creen contenido que impacte. En la industria de la moda, donde la comunicación visual es fundamental, comprender cómo transmitir emociones y mensajes a través de imágenes es crucial.
8. Tomar decisiones audaces: El legado de Anna está marcado por su valentía para tomar decisiones. Desde portadas controvertidas hasta la ruptura de las expectativas tradicionales de la industria, la mujer que marca el ritmo enfatiza la importancia de no temer lo inesperado y seguir tus instintos para lograr un impacto real. Sus lecciones no sólo son relevantes para los aspirantes a magnates de la moda, sino que también proporcionan una guía fundamental para cualquiera que busque destacar en un sector tan competitivo como este.
“Al fin y al cabo, si trabajas en el mundo de la moda, te dejas guiar por tu corazón, tu talento y tu instinto. Si empiezas a cuestionarte lo que hacen las personas a tu alrededor pierdes esa claridad. Es clave escuchar y absorber la información, pero, en definitiva, tiene que salir de tu interior”, apostilla la actual directora de Vogue USA y también de contenido global de Condé Nast.
Su energía inagotable y curiosidad insaciable hacen que sea temida por muchos. Desde sus inicios en Harper’s & Queen, donde encontró inspiración en los icónicos Rolling Stones y en una sociedad que vivía al límite, Anna Wintour ha dejado una marca imborrable en la moda. Su impacto fue evidente desde su legendaria primera edición estadounidense de VOGUE, cuando desafió las convenciones al elegir a la modelo Michaela Bercu para la portada, destacando un par de pantalones vaqueros Guess en lugar de lo esperado.
Pero, la pregunta que surge es inevitable: ¿Puede considerarse Anna Wintour una precursora en la industria?
Si bien no inventó la moda ni el periodismo, su enfoque visionario, impulso por la innovación y disposición para desafiar las normas establecidas la han convertido en una figura sin rival. Bajo su lema “own who you are without apology” ha conseguido que su opinión sea incuestionable y aquellos que intentan desafiarla caen rendidos ante una determinación que no conoce límites.