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El próximo día 17 de marzo zarpará del puerto argentino de Ushuaia el buque Akkademik Ioffe para navegar por las gélidas aguas del Antártico. Podría parecer que es una otra travesía más de un barco científico ansioso por desentrañar los secretos todavía ocultos en el continente más inhóspito de la Tierra. Pues bien, es eso y mucho más. En realidad, a bordo de este barco comienza la singladura de la 1ª Bienal de Arte en y sobre la Antártida.

La belleza de la Antártida

La belleza de la Antártida

Rumbo a la Antártida

El objetivo de este original evento cultural es que en el buque embarquen aproximadamente un centenar de artistas, pensadores, científicos y personas “visionarias”, los cuales navegaran entre los hielos antárticos durante 11 días.

El puerto de Ushuaia es el punto de partida de la Bienal

El puerto de Ushuaia es el punto de partida de la Bienal

Durante su itinerario intercambiarán opiniones y reflexiones sobre la Antártida, su riqueza y su conservación, o lo que es lo mismo la conservación del planeta. Y también será motivo de discusión la capacidad de ese paisaje como motivo de inspiración artística. Porque los creadores embarcados en este proyecto realizarán sus obras de todo tipo a bordo y pero especialmente en las diferentes escalas que se harán durante la navegación, que llegará hasta las islas Shetland del Sur.

El comisario de la Antarctic Biennale

El gran ideólogo y comisario de este ambicioso proyecto es Alexander Ponomarev, marinero y también artista ruso. Un personaje cautivado por los encantos del océano Antártico y los paisajes del continente helado. Por eso, se ha propuesto llevar a cabo esta experiencia con el ambicioso objetivo de que surja un espacio de discusión sobre la Antártida y en general sobre todo nuestro planeta en el momento actual.

Alexander Ponomarev, alma mater de este encuentro artístico

Alexander Ponomarev, alma mater de este encuentro artístico

Piensa que esta región es a día de hoy el último espacio “realmente libre del mundo”. Un lugar destinado a ser multinacional, intercultural y multidisciplinar, las mismas características que tiene todo el grupo de personas que se han embarcado en el Akkademik Ioffe.

Los nuevos exploradores

Todo aquel que viaja a la Antártida posee algo del espíritu de los míticos exploradores de antaño. Poco a poco se van estableciendo allí estaciones científicas que investigan sobre todo tipo de cuestiones (climáticas, química, recursos de la Antártida, cuestiones naturales, etc…) y que desde luego lo hacen en unas condiciones que reúnen mucho de ciencia, pero también algo de aventura.

Hay diferentes estaciones científicas asentadas en la islas Shetland del Sur

Hay diferentes estaciones científicas asentadas en la islas Shetland del Sur

Pues bien, durante esta Bienal uno de los temas a tratar va a ser el posible poblamiento del continente en un futuro próximo. De hecho, una de las personalidades más destacadas entre los expedicionarios es el arquitecto Hani Rashid, el cual ya ha dicho más de una vez, que debido al calentamiento global, pronto se podrá cultivar en la Antártida, y por lo tanto será habitable, si bien en unas condiciones novedosas.

El arte de la Bienal de la Antártida

Entre los artistas que comienzan esta aventura los hay del resto continentes del globo, aunque seguramente ninguno sabe muy bien que se va a encontrar en esos paisajes, más allá de agua, hielo, pingüinos y demás fauna marina. Por esa razón es difícil avanzar que obras y perfomances van a resultar de este encuentro.

Los pingüinos serán los primeros en disfrutar del arte de esta Bienal de la Antártida

Los pingüinos serán los primeros en disfrutar del arte de esta Bienal de la Antártida

La idea es llevar a cabo sus actuaciones artísticas en las distintas paradas, documentando todo ello en profundidad y creando obras que luego formen parte de exposiciones itinerantes que lleguen a distintos museos y ciudades del mundo.

El Akkademik Ioffe surcando las aguas del Antártico

El Akkademik Ioffe surcando las aguas del Antártico

Estas muestras serán una forma de seguir manteniendo abierto el debate sobre la Antártida, sobre cómo conservarla, qué nos puede ofrecer o cómo nos puede inspirar para el futuro. En fin, está claro que uno de los valores más importantes del arte es la originalidad, y desde luego es difícil imaginarse que va a salir de este peculiar encuentro creativo entre el hielo. Seguro que es novedoso y desde Horse le seguiremos la pista.