La ciencia como una de las claves para la renovación del sector textil, mayor transparencia, consumo moderado, la búsqueda de modelos productivos más conscientes y la combinación entre desaceleración y creatividad, fueron los principales temas abordados durante el congreso.
València se ha convertido en una gran «hub» de conocimiento sobre moda sostenible durante el 13 y 14 de noviembre en un foro dedicado a la transformación de la industria de la moda internacional. El congreso Future of Fashion ha incluido empresas productoras, instituciones y amplios grupos de estudiantes con perspectiva de cambio.
La elección de València como ciudad para acoger este congreso no ha sido al azar. La primera edición fue en 2022 siendo la Capital Mundial del Diseño, además, los sectores relacionados con la moda – como el calzado, el textil o la confección – emplean a 33.000 personas en la Comunitat Valenciana, a través de 3.400 empresas. Además, representan el 7,2% de la producción industrial y el 9% de las exportaciones.
Tejiendo un futuro sostenible: Future of Fashion al detalle
Future of Fashion ha presentado un programa repleto de profesionales del sector siendo Natalia Culebras la primera en abrir la ponencia. Es responsable del departamento de sostenibilidad de Dior Man. Para ella, la cooperación entre departamentos y el diseño como un proceso productivo, han sido dos claves donde trabajar y buscar soluciones a escala global dentro de la marca. «Los diseñadores y diseñadoras somos la primera pieza para poder elegir nuevos caminos: somos la llave», comenta Culebras.
«Nuestro objetivo último en Dior es que no deba existir un departamento específico de sostenibilidad» afirma Culebras
Explorando el camino hacia la sostenibilidad
La primera jornada ha continuado con una mesa redonda moderada por el periodista y maestro de ceremonias Vicente Gallart. En ella, activistas y empresas acercaron posturas sobre sostenibilidad como
un término debe velar por el bienestar social de las trabajadoras y el entorno natural.
El lunes ha terminado con la experiencia de Pyratex, una empresa que usa biomateriales para la confección de nuevos tejidos. «Mi idea era crear una marca que ofreciese tejidos funcionales en armonía con la naturaleza. Cuando entré en este mundo no sabía nada de la industria, pero sí que el 85% de microplásticos que flotan en el océano proviene de la industria textil», asegura Regina Polanco, fundadora de la marca. El escenario se ha convertido en un gran showroom de muestras en el que ver, tocar y explorar, capaz de despertar el interés y la presencia de todo el auditorio en el estado al cierre de la jornada.
Concienciación para asegurar la transformación
La segunda jornada ha empezado con la ponencia de María Fernanda Hernández Franco, responsable de sostenibilidad de LuisaViaRoma. Una intervención que ha brillado por la visión humanista y la recomendación de buenas prácticas. Sus soluciones y propuestas han pasado por ofrecer información a consumidores acerca de cómo cuidar y mantener las prendas ya adquiridas.
Siguiendo con la ronda de experiencias, la intervención de Mónica Rodríguez, CEO y fundadora de la empresa Recovo ha ofrecido datos de impacto de cada iniciativa. Ha presentado las siete «R» que conforman el glosario de buenas prácticas en moda sostenible: reducir, reutilizar, reparar, reaprovechar, recuperar, reciclar y rediseñar.
La clausura del congreso ha llegado de la mano de la modelo, actriz y activista climática Lily Cole, con una conversación con la consultora de moda Enrica Ponzellini. A lo largo de una hora, ambas figuras fueron capaces de inspirar de una forma más emocional a la audiencia. «Sobran los motivos y los proyectos para ser optimista», ha sentenciado Cole. «Necesitamos encontrar un equilibrio entre proyectos genuinamente minimalistas, que nos hagan volver a un consumo mínimo, y proyectos basados en tecnología verde e innovación».
Cole, que también ha tenido palabras para su mentora, la desaparecida Vivienne Westwood.
«Llevamos unos veinte años hablando de sostenibilidad en moda, y parece que ha habido un cambio de tendencia: antes era una conversación muy nicho, quizás un poco caricaturizada. Pero ahora muchas marcas adoptan esta conversación como oportunidad y desarrollan propuestas que están demostrando un verdadero cambio cultural».
Con estas iniciativas, se dan a conocer la necesidad de que la moda repiense la estrategia, de acuerdo con las exigencias sostenibles de la Unión Europea.