Ella se define como “poeta visual” y en sus obras predomina un estilo que recuerda al imaginario escandinavo y al japonés. En esta ocasión la artista italiana Elisa Vendramin diseña el logo de Magazine Horse y lo interpreta para plasmar un aire invernal.
Tu trabajo desprende un estilo muy singular, ¿cómo lo defines?
Por el momento me gusta llamar a mi forma de trabajar “poesía visual”, ya que intento capturar un cierto estado de ánimo o una cierta atmósfera, en lugar de retratar un tema específico o un escenario. Todo mi arte es una investigación de la belleza. En particular, estoy fascinada con la belleza de los contrastes impredecibles y con las dinámicas que pueden prosperar jugando con la abstracción.
Hay muchas aves y flores en tu obra. ¿Por qué este tipo de elementos?
Supongo que hay un componente evidente de belleza en ambos elementos. Además, como amo la complejidad en la naturaleza, me siento inmediatamente atraída por estas figuras e intrigada por la posibilidad de descomponerla en ilustraciones abstractas.
De todo tu trabajo, ¿de cuál te sientes más orgullosa?
Cada proyecto que he realizado ha tenido sus propios desafíos, así que estoy muy contenta cuando miro hacia atrás y veo una gran variedad de colaboraciones, con amplias técnicas y objetivos extremadamente diferentes. Obviamente, estimo especialmente todos los proyectos relacionados con Islandia, y su paisaje, ya que pertenecen a un período muy intenso de mi vida. De hecho, mientras estaba viviendo allí, tuve la oportunidad de descubrir realmente este lugar y, al mismo tiempo, sin darme cuenta, también llegar a conocerme mejor.
«Amo la complejidad en la naturaleza, me siento inmediatamente atraída por la posibilidad de descomponerla en ilustraciones abstractas»
¿Quién o qué te inspira?
Me inspiro muy fácilmente con descubrimientos diarios, simplemente paseando, observando los alrededores. Viajar ha sido sin duda una fuente principal de inspiración para mí y es por eso que hago un esfuerzo para viajar a lugares muy diferentes como Birmania, India, Israel y demás. También estoy muy apegada a artistas que trabajan con colores vivos y abstracciones, como Joan Miró y Anish Kaapor.
¿Cómo promueves tu trabajo?
En los últimos años he tratado de difundir mi trabajo todo lo posible desde mi web, a través del envío de muestras o porfolios a diferentes blogs o revistes on line, entre otros sitios. Debo decir que este enfoque ¡vuelve aumentado! Aunque en este momento, ya que estoy apuntando a una industria más sofisticada, he diseñado una concertina impresa para presentarme a mí y a mi trabajo, con la idea de enviarlo físicamente a quien realmente me interesa.
Has expuesto tu obra en varios países. ¿Dónde crees que ha tenido más éxito o ha sido mejor acogido por un público más receptivo?
Es difícil de decir. Creo que mi trabajo es muy específico, e íntimo, por lo tanto, o te habla o no. Su apreciación depende de cómo se acerca cada persona con su mirada singular, más que de un enfoque general del público. Desde luego hay una referencia al imaginario escandinavo y japonés, pero esto no implica necesariamente que su apreciación sea más fácil en cualquiera de estos lugares.
«Estoy fascinada con la belleza de los contrastes impredecibles y con las dinámicas que pueden prosperar jugando con la abstracción»
¿Qué ideas tienes para el futuro? ¿Hacia dónde evolucionará tu obra?
No tengo un plan específico para el futuro: en realidad trato de estar siempre abierta y receptiva a colaboraciones nuevas y repentinas. Sin duda me gustaría explorar aún más el campo de los productos y decoraciones, y posiblemente jugar con diferentes materiales y superficies, combinando técnicas de impresión, y tal vez colaborar con artesanos o pequeñas producciones. Supongo que el plan para el futuro es: ¡experimentar!
¿Qué opinas de la moda? ¿Cuál es tu estilo personal?
En realidad no sigo demasiado la moda. Digamos que tengo mi propio estilo, también en la ropa, que yo definiría elegante y minimalista, e intento ceñirme a eso. Desde luego, ¡siempre estoy rodeada de un montón de azul!