La tradición comienza en el siglo IV cuando Iglesia no aconsejaba consumir huevos durante la Cuaresma. Sin embargo, las gallinas seguían poniendo huevos y tirar los huevos hubiera sido un pecado. Por lo que no quedaba más remedio que guardarlos. En ese período de tiempo se conseguía una gran cantidad de huevos a los que había que dar salida.
El domingo de Resurrección era el primer día en el que esta norma dejaba de existir y se convertía en la fecha señalada para regalar los huevos que no se habían consumido durante la Cuaresma. Así nació esta costumbre.
Ofrecer una cesta de huevos frescos era un magnífico detalle, pero si además los huevos se coloreaban o se pintaban se convertían en un auténtico regalo.
A partir del siglo XVIII, se empezó a vaciar los huevos frescos y a rellenarlos de chocolate. En España, las regiones con más tradición en la elaboración de figuras de chocolate para celebrar la Pascua es la zona de Cataluña y Valencia. Estas figuras adquirieron una gran importancia a partir de mediados del siglo pasado. Son las monas de Pascua de chocolate que adoptan infinitas formas, cuyo límite lo pone la imaginación del maestro chocolatero. A continuación tenemos algunos ejemplos de las más originales.
Pastelería Torreblanca (de Paco Torreblanca)
Oriol Balaguer
Huevo estilo Arca de Noe, montable de Alberto Barrero
Esquimal y foca de Mateu Closa
Napoleón y Pancho Villa de Miquel Guarro
Gallinas de chocolate en Mamá Framboise
«Star Wars» de Chocolat Factory
Atrévete a regalar a tu ahijado/a el huevo de Pascua más original. Sorpréndelo y haz que jamás se olvide de su diseño.