En su último programa ‘Made of Makers’, la casa suiza reúne a diseñadores, artistas y artesanos de diferentes sectores. Ampliando la mirada artística. Conectando la relojería y el arte mediante la creatividad, maestría y precisión. Haciendo eco en esta nueva colaboración, el tipógrafo barcelonés Alex Trochut afincado en Nueva York, crea la tipografía 1931 Alphabet para Jaeger-LeCoultre.
A través del 1931 Alphabet, el alfabeto contemporáneo arraigado al art déco, Alex Trochut ha sabido representar el alma de la marca.
Alex Trochut crea para Jaeger-LeCoultre ‘1931 Alphabet’. Un alfabeto contemporáneo de estilo art déco
Durante los años 20 y 30 el art déco fue una expresión del espíritu modernista, innovador y optimista donde se difundió un interés por la creatividad, tecnología y pensamiento progresista. Unos valores que siempre están presentes en la Grande Maison.
Compuestas por su tridimensionalidad y profundidad visual. Al mismo tiempo, la sensación óptica recrea el movimiento. Creador de obras complejas, que aparentemente pueden parecer sencillas., pero que llevan las letras y palabras al límite. Siendo capaz de componer una visión estética muy particular. Pues el texto y su imagen representan una forma única.
Cuando empecé a crear los diseños, surgió un concepto que fusionaba el art déco y la artesanía relojera. Quería que las letras tuvieran un aspecto tridimensional y mostraran sus partes intrincadas. Tan funcionales como ornamentales. Como si se tratase de una máquina en movimiento. – comenta Trochut.
Para Alex, lo primero que se presenta es la imagen de la palabra, para más tarde, leerla. Potenciando el lenguaje como medio visual. Redefiniendo las ideas tradicionales de lo que puede ser la tipografía hoy. Considerando que el propio diseño de las letras «es la comunicación no verbal del medio escrito«. Además de inspirarse en el art déco, con los años ha conectado con la cultura pop, la moda y la música. Así como personajes referentes como Picasso, Dalí o Miró. Creando obras para marcas de renombre como The Rolling Stones, The New York Times o Nike. Adaptando sus diseños a cada marca, pues lo que representan unas y otras es único y personal. Fusionando la estética junto a la cultura que les une.
El alfabeto creado por Alex, a través de las líneas, queda grabado de manera especial en los relojes. Combinando la caligrafía junto a técnicas más clásicas y novedosas
Desde la percepción del propio artista, la naturaleza de su obra y la de los relojeros de Jaeger-LeCoultre, se unen de manera profunda. La artesanía y la técnica, elementos esenciales para la relojería y la tipografía. Conectando y encajando cada detalle como si fuera un puzle. Pequeños detalles que funcionan de manera armónica dentro del sistema creado. A lo largo de los años, el artista ha desarrollado unas técnicas y acabados con resultados muy expresivos. Enlazando el sentido visual, emocional y tradicional. Destacando, el gran legado que le dejó su abuelo, Joan Trochut.
El 1931 Alphabet grabado en la parte posterior del reloj. Siendo un elemento personal y único para cada persona
Este último, creó en los años 40 un sistema tipográfico referente en la historia. Y esa herencia que lleva consigo, es reconocida por Jaeger-LeCoultre. Catherine Rénier, directora ejecutiva de la casa suiza, considera que esa herencia como base expresa a la perfección el presente y el futuro de las nuevas creaciones. De este modo, el 1931 Alphabet se presenta como el nuevo estilo del fondo de caja del Reverso. Apareciendo grabado en creaciones actuales y futuras. Transmitiendo rasgos de personalidad muy propios de la marca. Llevando consigo lujo, clase y saber estar.
Imágenes cedidas por Jaeger-LeCoultre
