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Con motivo del Día Mundial de las Tortugas Marinas hablamos con Montse Pal, responsable de comunicación de la Fundación CRAM (Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos).

En general, sabemos relativamente poco sobre las tortugas marinas, pero detrás de cada una de ellas hay un viaje fascinante: han navegado los océanos de la Tierra durante los últimos 110 millones de años. Son muy importantes para la preservación de los ecosistemas marinos, y sin embargo miles de ellas están desapareciendo debido a la pesca accidentada.

¿Cuáles son las actividades y objetivos del CRAM?

La Fundación CRAM es una entidad privada sin ánimo de lucro dedicada a la protección del medio marino y de las especies que lo habitan. Sus líneas de actuación son el cuidado y el rescate de la fauna marina, la investigación y conservación de especies y ecosistemas marinos, y la sensibilización a favor de la conservación de nuestros mares y océanos.

Una tortuga en el océano, junto con el equipo del CRAM. Crédito editorial: Fundación CRAM.

El CRAM dispone de un centro de recuperación puntero y un equipo técnico y humano preparado especialmente para la asistencia a especies marinas. Además, cuenta con el Vell Marí, uno de los pocos veleros científicos dedicados a la exploración del medio marino.

Los objetivos de la Fundación CRAM son principalmente tres. Por un lado, desarrollar el conocimiento de las enfermedades y de la asistencia clínica en las especies marinas amenazadas utilizando técnicas no invasivas ni dolorosas, en un marco de respeto al individuo y con el objetivo de reintroducirlo en su medio natural en el menor tiempo posible. En segundo lugar, desarrollar y fomentar proyectos de investigación, en combinación con grupos científicos y universitarios, con el fin de encontrar soluciones a la regresión de poblaciones mediterráneas.
Finalmente, generar a través de las diferentes herramientas de comunicación, una sensibilización y educación destinada a todos los ámbitos sociales para favorecer la conservación del medio marino.

Una tortuga cuidada por el CRAM. Crédito editorial: Fundación CRAM.

Si hablamos de resultados entre 1994 y 2023, podemos destacar lo siguiente:

  • La asistencia a más de 1.200 tortugas marinas
  • La asistencia a más de 650 cetáceos vivos varados en playa
  • La asistencia a más de 240 aves marinas
  • La realización de más de 50 proyectos científicos
  • La participación de más de 420.000 personas en nuestras actividades educativas en el Centro de Recuperación
  • La participación de más de 2.700 personas en nuestro programa de
    voluntariado

¿De dónde y cómo vienen las tortugas marinas?

La Fundación CRAM, a través de su proyecto SERVIMAR, se encarga del rescate y recuperación de especies marinas amenazadas que llegan a la costa catalana. Para ello, dispone de un centro de recuperación líder, un vehículo de rescate y un equipo técnico humano disponible las 24 horas del día, los 365 días del año, que permite mantener un sistema de respuesta inmediata y permanente.

Entre 1994 y 2023, el CRAM ha asistido a más de 1.200 tortugas marinas.

La principal amenaza de las tortugas marinas es la interacción pesquera y es el principal motivo por el que estos animales ingresan en el Centro de Recuperación de la Fundación CRAM. Bajo la campaña “Pescadores en favor del mar” los técnicos del CRAM realizan campañas de sensibilización pesquera con el objetivo de minimizar el impacto que tiene la pesca sobre estos animales, convirtiendo a los pescadores en el primer agente involucrado en el proceso de recuperación de estos animales, ya que son los primeros en detectar la captura accidental y los encargados de activar el protocolo de rescate.

Una tortuga en la costa. Crédito editorial: Fundación CRAM.

¿Cuáles son las lesiones y enfermedades más comunes de las tortugas que llegan al centro?

La principal enfermedad es la embolia gaseosa, una enfermedad que puede ser provocada por la interacción pesquera (en concreto por la pesca de arrastre), y por la que disponemos de una cámara hiperbárica en el centro, diseñada exclusivamente para tortugas marinas, que permite tratar esta patología y reducir el tiempo de recuperación de la tortuga.

Otro problema que nos encontramos a menudo es la ingesta de plásticos. Aunque no es el motivo por el que la tortuga ingresa en el centro, es muy habitual que las tortugas expulsen plásticos en sus primeras semanas de ingreso. En el 2023, el 85% de las tortugas que ingresaron en el centro presentaban macroplásticos tanto en heces como en el tracto digestivo (información del proyecto).
Otros problemas con los que nos encontramos son los enroscamientos con redes abandonadas (que les puede provocar la pérdida de alguna extremidad) o las colisiones con embarcaciones.

Los técnicos del CRAM realizan campañas de sensibilización pesquera con el objetivo de minimizar el impacto que tiene la pesca sobre estos animales.

¿Cuál sería el proceso de tratamiento de una tortuga herida?

El proceso comienza con el aviso de una tortuga capturada, malherida o varada en la playa. Nos desplazamos hasta donde haga falta en cualquier punto del litoral catalán. La tortuga es trasladada hasta nuestro Centro de Recuperación en El Prat de Llobregat, donde se realiza una primera valoración de emergencia: exploración visual, rayos X, analítica de sangre… En función de la lesión comienza un tratamiento personalizado hasta su completa recuperación.

El animal permanecerá ingresado en la UCI de tortugas, y una vez esté estable pasará a la zona de tanques de recuperación, donde dispondrá de más espacio para aclimatarse. Finalmente se reintroducirá en el mar.

Una tortuga cuidada por el CRAM. Crédito editorial: Fundación CRAM.

¿Qué podemos hacer nosotros para proteger a estas tortugas en su hábitat?

Sólo conociendo podemos amar, y sólo amando podemos proteger. A día de hoy sigue habiendo un gran desconocimiento de la existencia de estos animales en el mar Mediterráneo. Éste es muy rico en biodiversidad, ya que encontramos 3 especies de tortugas marinas (bobo, verde y laúd), pero a la vez está muy amenazado.

Siempre que nos encontremos un animal, esté vivo o muerto, atascado en la arena o con algún problema en el mar, es muy importante llamar de inmediato al 112, el teléfono de emergencias, y así activar el protocolo de rescate. Nunca tocaremos el animal, ni intentaremos reintroducirlo, y mantendremos una distancia de seguridad y silencio hasta que lleguen los técnicos de la Fundación CRAM (en el caso de Catalunya).

Sólo conociendo podemos amar, y sólo amando podemos proteger.

¿Qué hacen los voluntarios en el CRAM?

El CRAM no existiría sin la ayuda altruista de cientos de voluntarios que participan en la defensa del mar y de las especies amenazadas. Con ellos, hacemos más eficaz nuestro trabajo y llegamos allá donde no llegan nuestros recursos. El voluntariado ayuda, principalmente, al Área de Clínica y Rescate, y sus tareas están muy relacionadas con la conservación de la tortuga boba. Controlan las temperaturas de los tanques, preparan la alimentación, limpian tanques…

Implicarte en la conservación del medio marino es parte indispensable de nuestra filosofía, y por eso tu participación desinteresada en nuestras actividades y líneas de actuación es muy importante para nosotros.

¿Nos podrías compartir alguna historia sobre una tortuga que hayas tratado?

Yo no formo parte del equipo veterinario del Área de Clínica y Rescate, pero sí puedo compartir la historia de una tortuga que me marcó mucho: es el caso de la tortuga Bernarda. Un animal que nos demostró desde el primer momento sus ganas de vivir y recuperarse, y que gracias al esfuerzo del personal y voluntariado del CRAM pudo ser reintroducido en el medio natural. Encontrarás su historia aquí. Y cómo volvió al mar.

Helena Moreno

Periodista cultural de Barcelona. He colaborado en medios como El País y Exit Media. Me interesa el arte, el diseño, la gastronomía y descubrir lugares singulares; entre ellos hoteles.