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El arquitecto Adrian McGregor habla en su libro Biourbanismo, ciudades como naturaleza de cómo deberíamos entender y diseñar las ciudades para hacerlas más humanas, habitables y conscientes.

A menudo pensamos en la ciudad como un lugar hostil donde la vida cada vez se vuelve más complicada. El diseño y coste de las viviendas, los altos niveles de contaminación (también acústica) y la sensación de no-comunidad son solo algunos aspectos que determinan cómo se sienten muchas personas en la gran urbe. La mayoría de veces, esa sensación va ligada a una cierta romantización del campo y el ámbito rural. Soñamos con mudarnos allí, anhelando un espacio de descanso, un ritmo de vida más lento y consciente. Sin embargo, arquitectos como Adrian McGregor proponen repensar las ciudades bajo el término de biociudad para referirse a ciudades resilientes y sostenibles. ¿En qué consiste este nuevo modelo de urbanismo?

McGregor habla de las biociudades en su libro Biourbanismo, ciudades como naturaleza. Asegura que pueden ser baluartes de resiliencia y una de las soluciones al cambio climático. Para empezar, el autor entiende las ciudades como “sistemas vivos y dinámicos espectaculares que evolucionan con nosotros”, reclasificándolas como una forma de “naturaleza nueva”.

Biourbanismo: un modelo conectado por diez sistemas

Fundado en la arquitectura paisajística, el diseño urbano y las ciencias ecológicas, el biourbanismo es un modelo de planificación urbana y diseño urbano que aumenta la prosperidad. Propone un cambio de paradigma compuesto por diez sistemas gestionados mutuamente a través de datos y diseño que permitan satisfacer mejor las necesidades de los ciudadanos: economía, energía, infraestructura, movilidad, tecnología, agua, desperdicio, paisaje, comida y ciudadanía.

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El modelo de biourbanismo creado por McGregor propone diez sistemas interconectados. Crédito editorial: Pexels.

Esos diez sistemas interconectados determinan la salud, prosperidad y resiliencia de la ciudad. El objetivo final es adoptar una visión holística de la misma.

El modelo de biourbanismo consta de cinco sistemas biológicos (es decir, que sustentan la vida) y cinco urbanos (que no son vivos). La resiliencia urbana óptima se logra cuando un sistema no tiene un sesgo negativo sobre otro y cuando las interrelaciones de estos sistemas se gestionan de forma intencional y mutuamente beneficiosa.

También es importante señalar que este nuevo modelo de diseño de la ciudad considera las ciudades como antropomas vivos o biomas modificados por el Homo Sapiens. Y las define como construcciones ecológicas vivas y hábitats vibrantes que están vinculados a los biomas salvajes, a los nuevos ecosistemas de los paisajes que las rodean y a los del planeta.

Adrian McGregor, un arquitecto comprometido con el planeta

McGregor es paisajista, biourbanista y fundador de McGregor Coxall, una firma de diseño con sede en Australia y el Reino Unido dedicada a ayudar a las ciudades a lograr una prosperidad resiliente.

Ha sido elegido como una de las 100 personas más creativas de Sydney y ganador del premio de Diseño Urbano del Primer Ministro de Australia. Ha diseñado nuevas ciudades, impartido conferencias y realizado proyectos premiados en todo el mundo.

Helena Moreno

Periodista cultural de Barcelona. He colaborado en medios como El País y Exit Media. Me interesa el arte, el diseño, la gastronomía y descubrir lugares singulares; entre ellos hoteles.