Pocas regiones en el mundo pueden ser tan asociadas con un producto típico de su tierra como La Champagne en Francia. A este vino espumante fermentado, que posteriormente tomaría el nombre de esta fría región al noreste del país galo, se le atribuye su invención al monje benedictino Dom Pierre Pérignon.
Viñedos en las laderas de la comuna de Hautvilliers, región de Champagne
El religioso que hacía vida monástica en la Abadía de Hautvilliers introdujo ciertos cambios en la producción de sus vinos hacia 1670, originando probablemente por accidente, este reconocido caldo blanco burbujeante, que hasta el día de hoy es asociado con las más selectas celebraciones a lo largo y ancho del planeta.
La antigua Abadía benedictina de Hautvilliers, la cuna de la champaña
Precisamente en reconocimiento al trabajo artesanal que durante más de trescientos años se ha llevado a cabo en la región para fabricar esta deliciosa bebida con Denominación de Origen Controlada bajo el ‘método champenoise’, en julio de 2015 la UNESCO ha premiado a esta región francesa con la categoría de ‘Paisaje Cultural Evolutivo Vivo’. De esta forma, sus ‘Laderas, Casas y Bodegas de champaña’, han entrado a formar parte de la selecta lista de esta organización perteneciente a Naciones Unidas.
Si bien la candidatura de la región de La Champagne se encontraba compuesta por unos 14 elementos claves, justo la mitad de ellos los hallamos en las laderas de la comuna de Hautvilliers, antiguo hogar de los monjes creadores de esta modificación vinícola. Otra parte esencial de la ruta la disfrutamos en las verdes pendientes de la vecina zona de Aÿ-Champagne, dedicadas al monocultivo de la vid y coronadas por el castillo de Mareuil.
La comuna de Aÿ-Champagne, en la región champenoise
Otro de los puntos neurálgicos de la ‘Ruta de la champaña’, es la colina de Saint Nicaise, ubicada dentro de la propia ciudad de Reims, la más grande de la región. Bajo este parque se encuentra un conjunto de 370 galerías excavadas en creta caliza, algunas de las cuales datan de época medieval. En estos túneles, el visitante encontrará millones de botellas de champaña almacenadas allí gracias a su temperatura y humedad invariable. Aquí en Saint Nicaise tienen sus bodegas reconocidas marcas como Pommery, Ruinart, Veuve-Clicquot, Heidsieck, Taittinger o Martel.
Butte de Saint-Nicaise, un conjunto de 370 galerías excavadas en creta caliza
Otra visita obligada dentro del patrimonio de la región, es la Avenue de Champagne en la ciudad de Épernay, donde se establecieron numerosos y elegantes centros de producción de champaña desde el siglo XVIII. Actualmente en esta avenida tienen su sede las más prestigiosas bodegas del país como Moët & Chandon, Mercier, Michel Gonet o Georges Cartier.
La Catedral de Notre-Dame en Reims, sede histórica de las coronaciones de los reyes franceses
Ahora que esta región francesa cumple su primer aniversario como Patrimonio Mundial de la UNESCO, también se puede aprovechar la ocasión para completar la visita a los monumentos que previamente ya habían sido galardonados por esta organización, tales como la Catedral de Notre-Dame, donde hace casi un siglo, se coronaban los reyes franceses, la Basílica y la Abadía de Saint-Rémi y el Palacio de Tau en Reims, así como la Basílica de Notre-Dame de l’Épine y la Colegiata Notre-Dame-en-Vaux en la ciudad de Châlons.
La Colegiata de Notre-Dame-en-Vaux, en la ciudad de Châlons-en-Champagne
Para los aficionados a este refinado caldo francés que quieran conocer más de cerca la historia de esta bebida, recomendamos viajes a la región de La Champagne en su primer aniversario como Patrimonio Mundial de la UNESCO, un plan que sin duda les dejará inolvidables sensaciones.