“Fusta i Rodes” es una muestra de la colección de skate que alberga Sören Manzoni en Manzoni’s Garage
“Por su urbanismo, Barcelona es la capital mundial del skate”, sentencia Manzoni, que posee una de las colecciones sobre el monopatín más grandes de Europa. Desde el inicio de los años 50, el skate ha sido un generador de cultura de calle. Por este motivo, en la exposición, también se puede ver todo lo que deriva de ello: ropa, cine, música, máquinas recreativas…
Algunos pasamos por este universo como algo provisional en nuestras vidas y otros ya se quedan allí instalados, en una permanente adolescencia y rebeldía. Sin embargo, es innegable que es un espejo en el que se miran las marcas de primer nivel.
Un ejemplo: En 2016, Miu Miu presentó un cortometraje dirigido por Crystal Moselle, en el que honraba la amistad femenina entre skaters. Y, tras 25 años de historia, Supreme (cuyos orígenes se remontan al asfalto y las ruedas) se considera la firma de streetwear más influyente del mundo, con colaboraciones junto a grandes firmas como Louis Vuitton.
Con un trayecto parecido a la moda, el skate ha vivido diferentes etapas cada una con sus lemas. “En los 80, skatebording is not a crime; durante los 90, skate and create community; cuando los 2000, skate and discover; y ahora, skate and share in social media”, ríe Sören.
Traducido a la vestimenta podría ser: En los 80, “more is more”; en los 90, “less is more”; en los 2000, “de abajo, more y de arriba, less”; y ahora, “wear and share in social media”.
“Las firmas como Dior, Gucci, Hermès o Louis Vuitton, siempre tienen un ojo en la comunidad del skate”, comenta Manzoni. Y sigue, “en el calzado es muy notable, pero también en cómo las marcas de skate se están uniendo al lujo”, confirma. En 1917 la marca de lujo francesa Hermès anunció el lanzamiento de patines hechos de madera de haya clara y creados por su director artístico Henri d’Origny.
La nueva era
Antes era mucho más complicado ver a chicas patinando. Ahora, es lo que se estila en Instagram. Hay todo un movimiento. Y esto lo puede asegurar la nueva generación encima de un monopatín. Con solo 13 años, Daniela Terol ya es toda una leyenda.
“El skate mola y eso es lo que quiere la gente, por eso visten de skaters aunque no patinen. Y es que, a través de la moda, yo me expreso como deportista”, reconoce Daniela, que escucha Pop y está descubriendo el rap inglés. Ella desvela que compra en cadenas de gran consumo, pero “lo combino con marcas del sector como Element, Thrasher o camisetas de grupos de música del mercadillo”.
Su padre, Iván Terol, también tiene algo que añadir: “La ropa de Daniela es muy variada, ella cambia de ideas rápidamente de un día para otro, no hay término medio, o lo odia o es lo mejor del mundo. ¡Es adolescente!”, exclama.
Los precursores
Y adolescente también era JM Roura cuando empezó con el monopatín, siendo pionero en España. Él reconoce que Internet ha sido el mayor cambio radical en la escena: “Antes, si querías aprender un truco, era prueba y error. Cuando iba a salir un video nuevo generaba una gran expectación y lo veíamos mil veces. Además, las revistas eran un material muy preciado, pasaban de mano en mano”.
El skate es para JM mucho más que madera y ruedas. Roura evoca que, cuando aún representaba un juego de niños que-no-llegarían-a-nada, las vueltas en monopatín por la manzana en la que vivía ya le provocaban un «sentimiento de libertad”. Y esto es algo que también comparte Manzoni.
Ojo, ya en la cincuentena, ambos siguen patinando. “Que el skate esté involucrado en la moda suma un grado de aceptación. Que se consolide como algo más que un deporte y se integre en la sociedad es positivo”, afirman al unísono.
En cuanto le preguntamos a Roura por el caso Supreme, lo tiene claro: “Empezó como una marca de skate en Nueva York, y un espacio de reunión para la comunidad. Luego, fue metamorfoseando en una super tendencia, hasta el punto que cualquier cosa que tenga su logotipo se convierte para muchos fanáticos en un objeto de culto”. ¿Otras marcas? “Me gusta Carhartt, Dickies, Loser Machine… Y, por supuesto, Hydroponic Skateboards, que es mi sponsor”, finaliza.
El arte icónico
Otro de los elementos importantes en la exposición es el arte. Una de las obras que se puede apreciar es “Rat 4 Life”. Está dedicada a Barcelona y es de Jimbo Phillips. Él es el relevo de su padre Jim Phillips, el conocido artista de Santa Cruz que creó la “Screaming Hand”.
Jimbo se define como “especializado en diseños gráficos atrevidos y llamativos e ilustraciones alucinantes que se adaptan perfectamente a un monopatín o a una galería de arte”. ¿Es o no es una declaración de intenciones?
Imágenes cedidas por las marcas mencionadas