La Casa Amatller ha inaugurado un nuevo espacio digital donde las nuevas tecnologías ofrecen a los visitantes viajar a la Barcelona modernista de 1900, cuando las murallas de la ciudad cayeron y la capital condal empezó a crecer.
Lo que originariamente era el patio interior y el sótano de la Casa Amatller, ahora se ha convertido en el Museu Digital, la primera experiencia modernista que conecta tradición e interactividad. El espacio cuenta con 2000 m², recorriendo los orígenes del modernismo catalán, teniendo una zona familiar así como una zona con objetos personales de la familia Amatller. Además, una espectacular sala inmersiva 360º adentra a los visitantes a un mundo real y mitológico gracias a los dragones. Y una sala de realidad virtual permite viajar a lomos de un pequeño dragón por la emblemática casa.
Las murallas cayeron y el arte de Barcelona se alzó
El museo está dividido en dos plantas, iniciándolo con la exposición permanente, mientras que la planta subterránea aguarda la exposición temporal, todo ello dividido en cinco espacios. En la zona permanente, con tres salas, una gran cúpula da la bienvenida proyectando la historia del modernismo catalán, junto a personajes de la época que contribuyeron en ella. Un recorrido por la evolución de Barcelona, cuando se derrumbaron las murallas y cómo el Eixample se convirtió en una zona donde la burguesía reflejaba su espíritu y ganas de innovar.
Dejando atrás documentos y proyecciones, se encuentra la composición animada de la manzana de la discordia, ilustrada por la artística catalana Pilarín Bayés. Esta zona está especialmente dedicada a la familia, y para que los más pequeños sean una parte activa dentro de la muestra. Pere Barcons, uno de los contribuyentes para crear el Museu Digital, nos declaró que buscaron crear un espacio transversal para toda la familia. Un lugar donde los niños pintarán los ocho dibujos de los personajes que hay en las mesas para después escanearlos y que aparezcan en la animación de Pilarín. Un espacio donde interactuar y aprender. La zona más íntima dedicada a la familia Amatller se encuentra en la tercera sala permanente. Objetos personales como monederos, álbumes de viajes, monedas o cámaras fotográficas reposan en las vitrinas.
El poder del fuego de los dragones modernistas
La primera exposición temporal acogida en la sala inmersiva está dedicada a la figura del dragón en el modernismo. El animal mitológico se encuentra representado en la fachada, farolas o figuras si recorremos el edificio (60 dragones). De hecho, durante las obras para crear el nuevo espacio, encontraron la figura de un pequeño dragón, expuesto en el recorrido. La experiencia audiovisual de 360º, Dracs. Llegendes de foc, nos envuelve, durante 25 minutos, en un mundo donde los dragones nos vigilan.
A partir de imágenes, animaciones y la banda sonora, El petit ocell, compuesta expresamente, entramos dentro de historias y mitos. Un guion que nos muestra La Casa Amatller, la conexión entre los dragones y el modernismo y la figura de ellos alrededor del mundo. La leyenda tradicional de Sant Jordi y las rosas rojas provenientes de la sangre derramada, hasta la fuerza y fortuna que representa en China.
Para terminar el viaje de manera mágica, saliendo de la sala inmersiva, se encuentra la zona habilitada con las gafas de realidad virtual. Durante ocho minutos los visitantes suben a lomos de un pequeño dragón que forma parte de la decoración de la casa. Sobrevolando las diferentes salas del edificio hasta que decide entremeterse en la chimenea y salir al exterior. Una vez fuera, las nubes envuelven la ciudad de Barcelona hasta que los edificios más míticos de la época modernista se dejan ver. Un viaje histórico que, gracias a las nuevas tecnologías, se puede experimentar como si se estuviera presente en aquella época. Muy recomendado para aquellos que busquen arte y cultura entre las calles de nuestra ciudad.
¿Dónde? Passeig de Gràcia, 41, Barcelona
Horario: De lunes a domingo de 10.00h a 22.00h
Entradas: Puedes adquirir la entrada aquí