¿A cuántas personas en el mundo les gustaría descubrir las tierras donde pudo estar la mítica Shangri-La? El lugar de la eterna juventud y la felicidad. Un territorio cargado de leyendas que muchos piensan que pudo ser el actual reino de Bután.
Para entrar en el país, el primer requisito requerido es contratar un tour con una agencia local. Este tour tiene varios precios, y podemos decir que su coste es a partir de 200 dólares por persona y noche. Una cantidad aplicable para grupos de 3 personas o más en los meses de temporada baja.
Es el gobierno quién indica esta cuantía, así como su uso. Porque 65 de esos dólares son una tasa de eliminación de pobreza y se destinan a financiar tanto la sanidad como la educación. Mientras que los otros 135 dólares cubren los gastos de hotel, la pensión completa, el guía en inglés, el vehículo, todos los traslados y todas la visitas. Es decir, todo ello va incluido en ese precio. Solo contratando un tour como el descrito podrá la agencia local obtener el visado.
No es fácil ser uno de los pocos afortunados que consiga vuelos para llegar a Bután en ciertas épocas del año en particular cuando son los Festivales de Paro que se celebra entre marzo y abril y los Festivales de Timphu a caballo entre setiembre y octubre y el que unen el exterior con Butaneses.
Las limitadas herramientas para la llegada
Solo existen dos compañías aéreas unen el aeropuerto internacional de Paro con el resto del mundo y únicamente operan desde India, Nepal, Bangladesh, Tailandia y Singapur. Ambas aerolíneas ponen a disposición de los viajeros un total de 5 aviones, todos ellos pequeños ya que ninguno supera la capacidad de 100 plazas. Si bien, ese tamaño de las naves se debe a las peculiares condiciones del aeropuerto de Paro, un lugar rodeado de montañas, donde no puede aterrizar cualquier avión y los pilotos tienen que ser tripulantes con una formación específica.
Esa es la principal razón para que el paradisíaco territorio de Bután sorprendentemente reciba solo unos 100.000 visitantes de todo el mundo a lo largo de un año y tan solo 400 son españoles.
En definitiva, una vez conseguido el vuelo, pagado nuestro tour y elegida la mejor época del año para nuestra visita, ya podemos disfrutar de Bután, sin duda alguna, uno de los destinos más exclusivos y peculiares del mundo.
Los atractivos de Bután
Si vemos fotos de este país ubicado en la cordillera del Himalaya ya nos podemos hacer idea que allí nos esperan unos paisajes tan hermosos como estremecedores.
Unas montañas permanentemente nevadas con cumbres que pueden superar los 7.000 metros de altura. Y unos valles plagados de arrozales, donde también están las principales poblaciones butanesas.
Los dzong
En las poblaciones más grandes, que suelen oscilar entre los 1.000 y los 2.000 habitantes, se levanta un dzong. Una gran construcción en la que se reúnen los monjes y los funcionarios, ya que aquí el poder religioso y el civil están estrechamente unidos.
Estos dzong son auténticas joyas del patrimonio de Bután, si bien hay algunos que sobresalen sobre el resto. Por ejemplo, en Punakka, la antigua capital se halla el más hermoso de ellos, ubicado en confluencia de los ríos Madre (Mo Chou) y Padre (Pho Chou).
La mayor parte de los Dzongs fueron construidos durante el siglo XVII para protegerse de los intentos de invasión por parte del 5º Dalai Lama desde Tibet.
En cambio, mucho más lejos de los núcleos urbanos se encuentran los monasterios budistas. Lleva tiempo llegar hasta ellos, y eso no es casual. Sus creencias les dicen que “si te esfuerzas, te purificas”. O sea, visitando lugares como el increíble Monasterio de Taktshang, el viajero además de maravillarse con su vertiginoso emplazamiento colgado en la montaña, también consigue limpiarse espiritualmente tras la ascensión.
Los paisajes, las ciudades, el patrimonio y la espiritualidad de Bután son motivos suficientes para emprender este viaje. Pero, la inmensa mayoría de turistas llegan atraídos por un motivo, el mejor eslogan turístico que a uno se le pueda imaginar: En Bután se valora más la felicidad que la economía.
Las banderas de rezo también son elementos característicos de todas las culturas budistas. Los colores simbolizan los 5 elementos (cielo/espacio, aire, fuego, agua y tierra). Se colocan generalmente en lugares donde hay viento; el viento al soplar y moverlas hace que las oraciones de paz y compasión que tienen inscritas se repartan por el mundo.
El índice de Felicidad Nacional Bruta de Bután
Sí. Mientras en otros países se atiende a valores monetarios como el P.I.B., aquí se presta una gran atención al índice de F.N.B, la Felicidad Nacional Bruta. Y para ello los ciudadanos cumplen con unos cuestionarios de casi 200 preguntas sobre 9 temas distintos.
Se les pregunta sobre su bienestar psicológico, educación, cultura, salud, cómo distribuyen el tiempo, sobre la vivienda, sus relaciones sociales, sobre ecología y también sobre la calidad de su gobierno.
El propósito de valorar el nivel de felicidad de la población es que allí están convencidos de que cuanto más feliz sea la gente, más fácil será el crecimiento y el desarrollo del país. Pero no un crecimiento a cualquier precio.
Hay cuatro elementos que lo han de guiar. Tiene que ser un desarrollo sostenible e igualitario, se han de preservar los valores culturales, así como se ha de conservar el medio ambiente. Y desde luego se ha de establecer un buen gobierno.
Tiempo de cambios en Bután
Ese gobierno ahora se basa en un sistema de monarquía parlamentaria, si bien hasta el año 2008 fue un régimen absolutista. Lo increíble es que fue el anterior monarca quién promovió ese cambio, y realmente la población butanesa lo adora, tanto o más que a su hijo que reina en la actualidad.
Paulatinamente Bután entra en el siglo XXI. Hay que pensar que hasta 1999 la televisión e internet estaban prohibidos, o que hasta el citado 2008 no hubo una constitución. En fin, que quizás sean muchos cambios en un corto espacio de tiempo.
El lugar donde mejor se aprecia eso es en la capital, Timphu. Una ciudad donde viven unas 75.000 personas. Es una de las pocas capitales del mundo, quizás la única, que no tiene ni un solo semáforo, pero cada vez hay más tiendas de aires occidentales y los habitantes caminan por la calle con móviles idénticos a los de los turistas.
Su obsesión por las tecnologías
Móviles, tiendas, turistas, internet, televisión, todo ello son un constante bombardeo que habla de lo que hay más allá de las montañas y valles de Bután. Por ello su famoso índice de la felicidad refleja datos cada vez más bajos entre la población joven. Una juventud que ansía cosas diferentes a lo que le ofrecen esos paisajes, sus tradiciones y sus creencias.
Y mientras tanto, los occidentales que disponen de todas esas cosas deseadas por los jóvenes butaneses, están locos por viajar hasta allí para buscar su trocito de felicidad mientras se quedan impactados por sus imponentes montañas o al mismo tiempo que alcanzan esa paz interior que no encuentran en su ajetreado día a día.
En definitiva, la felicidad en Bután, como en cualquier otra parte del globo, es un estado volátil, completamente subjetivo, difícilmente descriptible y sobre todo nadie sabe dónde la puede encontrar. Eso sí, desde Horse os animamos a que viajéis en su búsqueda.
Datos curiosos que desconoces de Bután
1-Thimphu es la única capital del mundo sin semáforos (de hecho no hay ningún semáforo en todo el país).
2-La mayoría de los nombres de personas son válidos tanto para hombre como para mujer. A los recién nacidos se los lleva a un monasterio donde su nombre es elegido «al azar» extrayendo un papel de un contenedor con distintos nombres.
3-Bután es el único país que posee una agricultura 100% ecológica.
4-El 72% del país es bosque y la constitución prohíbe que se corten los árboles. Cuando necesitan madera, la compran en la India.
5-La sanidad y educación es gratuita para la gente de allí y para los turistas que los visitan.
6-El Cuarto Rey, al que se atribuye el concepto de la Felicidad Nacional Bruta, está casado con cuatro hermanas, las cuatro Reinas Madre.
7-El alcohol como el whisky está producido por el ejército.
8-Las bolsas de plástico no están permitidas.
9-No se puede fumar.
10-El chile se considera una verdura y no un condimento. El plato nacional de Bután es Ema Datshi: «ema» significa «chile» y «datshi» significa «queso», o sea, sus dos ingredientes. En general, su gastronomía es bastante picante.
11-Todos los edificios que tienen una franja roja en la parte superior son monasterios o templos budistas.
Datos prácticos
Para llegar a Bután es necesario volar primero a una de las ciudades asiáticas con conexión por avión al aeropuerto internacional de Paro (aunque el acceso por carretera también es posible desde India). Katmandú en Nepal es, por motivos relacionados con las conexiones de vuelos y facilidad de visa, la ciudad más empleada para los viajeros que van desde Europa.
Es importante recordar que normalmente la agencia local gestionará nuestro vuelo desde Katmandú hasta Bután (no el vuelo desde Europa a Nepal) y que el gobierno obliga a contratar un tour completo con un operador local antes de proporcionar la visa. Sin esta visa proporcionada por el tour operador local no se nos permitirá montar al avión. También hay que recordar que no hay vuelos diarios y por tanto es bueno contactar a la agencia local antes de comprar los vuelos internacionales.
Aunque se pueden organizar estancias a partir de 2 noches, lo ideal es una duración de 7 noches que permite adentrarse un poco más en el país y descubrir sus paisajes y sus gentes.
¡Y mucho más!
Si además se quiere hacer senderismo, es posible añadir alguna noche extra para realizar por ejemplo el conocido como Bumdra Trek, una ruta relativamente sencilla que incluye 1 noche en tienda de campaña de lujo y que culmina en el que es sin duda el monumento más conocido de Bután; el Monasterio del Nido del Tigre. Para aquellos que no deseen realizar senderismo el Monasterio del Nido del Tigre también se visita en todos los tours, aunque para acceder a él siempre deberemos caminar durante un par de horas (aunque es posible realizar una parte del trayecto a lomos de un mulo).
Para los mas aventureros existen también rutas de trekking, desde la popular Druk Path (5 noches) hasta el que se considera uno de los treks mas difíciles del mundo, el Snowman Trek o “trek del hombre de las nieves “con una duración de 28 días.
DATOS DE CONTACTO
Bután Exclusivo
Única agencia local con sede en Bután y especializada en viajes personalizados para viajeros hispanohablantes.