Desde que fundara en 1994 el estudio Miralles Tagliabue EMBT junto a su marido Enric Miralles (1955-2000), Benedetta Tagliabue es toda una institución a nivel internacional en el campo de la arquitectura contemporánea. Con sede en Barcelona y desde 2010 en Shangái, el estudio ha construido edificios públicos y privados tanto en Europa como en China, algunos tan emblemáticos como el Mercat de Santa Caterina de Barcelona o el Parlamento de Escocia en Edimburgo.
Entre los múltiples reconocimientos que Benedetta Tagliabue ha obtenido a lo largo de su carrera, destacan los prestigiosos RIBA Stirling Prize en 2005 por el Scottish Parliament, RIBA International al Mejor Edificio del 2011 (por el Pabellón Español de la Expo Shangái 2010) y RIBA Jencks Award en 2013, por su contribución internacional a la teoría y práctica de la arquitectura. Además, ha sido miembro del jurado de varios premios alrededor de todo el mundo, como los Premios Príncipe de Asturias o los Pritzker de Arquitectura.
Aunque hace más de 20 años de la fundación del estudio EMBT y el modo de hacer arquitectura ha evolucionado muchísimo desde entonces, hay dos cosas que han sabido mantener, por un lado, los trabajos, maquetas y collages hechos artesanalmente, porque tal y como Benedetta comenta, «a través de las manos puedes llegar a entender tus pensamientos más inconscientes». Por otro, las ganas de hacer cosas diferentes y de experimentar.
HORSE: A nivel arquitectónico, ¿cuál dirías que es el sello de tu estudio o su rasgo diferenciador?
BENEDETTA TAGLIABUE: Siempre hemos querido integrar nuestra arquitectura con el entorno, pero ahora también estamos intentando ser fluidos en la manera de dibujar y entender los lugares donde construimos en todo el mundo. Ser muy abiertos y dejar que sea la circunstancia y la situación las que casi te dibujen el proyecto.
HORSE: El contexto es algo que tienes muy en cuenta a la hora de iniciar un proyecto, ¿en cuál te ha resultado más difícil trabajar?
BENEDETTA TAGLIABUE: En contextos más rígidos o donde no hay un diálogo que se desarrolle bien. Me pasó una vez en Andorra, por ejemplo. También es importante tener buenos clientes para tener buenos resultados.
HORSE: Has dicho que es muy importante entender el comportamiento humano para hacer buena arquitectura. ¿En qué sentido influye en tus proyectos?
BENEDETTA TAGLIABUE: Cuando acabamos los proyectos, lo que más me gusta es ir a fotografiar a la gente cómo los usa. Esto es para mí una parte del proyecto, el comprobante para ver si realmente hemos hecho algo que funciona para que la gente esté más contenta. También trabajamos previamente con sociólogos y antropólogos. Estamos muy atentos a todo el entorno y la gente, a cuál es el feng shui de todo.
«Siempre hemos querido integrar nuestra arquitectura con el entorno»
HORSE: El hecho de haber trabajado en Asia y tener un estudio allí, ¿de qué manera ha intervenido en tu concepto de la arquitectura?
BENEDETTA TAGLIABUE: Te das cuenta enseguida, cuando estás en otro lugar, de cuál es la diferencia entre las cosas importantes para las otras personas y para ti. Estoy contentísima de haber trabajado en China y de estar en otros lugares, porque pienso que es un proceso de aprendizaje. En China le dan más importancia a las cosas prácticas, al tamaño, la grandeza, la enormidad, a los números. Nosotros siempre hemos tenido más en consideración la calidad, pero allí a veces la calidad no lo es todo y el número gana.
HORSE: Entre tus últimos trabajos has diseñado una lámpara con piezas de madera o una familia de mesas con Martha Thorne para El Taller de los Sueños. ¿Este tipo de trabajos los realizas junto a diseñadores industriales?
BENEDETTA TAGLIABUE: Las lámparas las realizamos junto a la empresa Bover, porque su fundadora se enamoró de alguna de nuestras maquetas de cúpulas y nos preguntó si podía hacer una lámpara con ellas. Un diseñador industrial de la empresa probó a interpretar una maqueta que le dimos y la transformó para que se pudiese producir y vender.
Las mesitas bajas, en cambio, vinieron de un proyecto específico y de momento son piezas únicas, hechas por unos artesanos de la madera fantásticos que se llaman La Navarra. Me encantaría hacer más este tipo de incursiones, no lo hacemos como profesión y son cosas puntuales que nos pide la gente.
HORSE: ¿En qué proyectos está trabajando ahora el estudio?
BENEDETTA TAGLIABUE: Estamos con muchos proyectos fuera de España. Me encantan dos estaciones de metro, una en París y otra en Nápoles, que se están desarrollando en tiempos cercanos. Esto me parece muy bonito, porque a través de una mejora en transportabilidad hacemos que vaya mejorando todo el entorno. También estamos acabando en China varios edificios, una torre enorme en Taiwan que es el edificio más grande que hemos hecho hasta ahora, una grandísima universidad en Shangái, un pequeño museo en Neijiang para el pintor Zhang Da Qian…
HORSE: ¿Qué es para ti crear arquitectura sostenible?
BENEDETTA TAGLIABUE: La sostenibilidad para mí es hacer un edificio que funcione, que pueda durar en el tiempo, que dé felicidad y no tengas que gastar demasiado mientras lo usas. Para nosotros es muy importante reutilizar las cosas, vivir con cosas nuevas y antiguas, apreciar su vida y encontrarles lo mejor.
Pero aunque siempre hemos estado con el tema sostenible, no me gusta decir esta palabra por demasiado utilizada. Hay resiliencia, visión u otros tipos de términos que ahora siempre entran en cualquier proyecto.
«Para nosotros es muy importante reutilizar las cosas, vivir con cosas nuevas y antiguas, apreciar su vida»
HORSE: ¿Eres próxima a colaboraciones con ONGs?
BENEDETTA TAGLIABUE: Sí, por ejemplo ahora estamos haciendo un Maggie’s Centre en Barcelona, cerca del Hospital de Sant Pau que entrará en funcionamiento en 2018. Es un centro para que gente con cáncer que está haciendo quimioterapia o radioterapia pueda ir a descansar, hacerse una taza de té y estar un poco tranquila. He buscado crear un edificio con una forma orgánica «como si fuera un jardín». Maggie era una arquitecta que sufrió cáncer y empezó a idealizar y teorizar un lugar así. Cuando murió, su marido, el conocido arquitecto Charles Jencks decidió seguir con su idea e implementó muchos lugares como estos que lo que aporta es calidad de vida y hechos por buenos arquitectos.
Con mi amiga Victoria Subirana, antes Vicky Sherpa, colaboré con una escuela en Nepal y ahora me está pidiendo hacer otras escuelas. También estamos haciendo un centro budista en Tenerife, que es más un centro de salud donde la gente puede ir a meditar y encontrar un tipo de medicina alternativa. Todo esto lo hacemos a través de la Fundación como una ocasión de experimentación.
HORSE: Eres miembro del jurado del prestigioso Premio Pritzker de Arquitectura. Bajo tu criterio, ¿qué distingue una gran obra arquitectónica?
BENEDETTA TAGLIABUE: La definición del Premio Pritzker es darle el premio a alguien que ha sabido con su obra influir en algo en la humanidad. Tienes que pensar en arquitectos que con su calidad de trabajo saben cambiar o mejorar algo de la humanidad, que pueden aportar algo.
Lo bonito de ser miembro del jurado del Pritzker es que casi la mitad del jurado son no arquitectos o arquitectos que han decidido hacer otras cosas. Con lo cual, es un punto de vista no interno de la profesión y de gente de primera categoría que ve las obras de otra forma, así que tienes que hacer el esfuerzo de entender la calidad con los ojos de los demás.
«La definición del Premio Pritzker es darle el premio al arquitecto que ha sabido con su obra influir en la humanidad «
HORSE: ¿Qué es lo que más admiras de los últimos dos ganadores del Pritzker: Alejandro Aravena en 2016 y Frei Otto en 2015?
BENEDETTA TAGLIABUE: Frei Otto era casi un ingeniero más que un arquitecto, un experimentador maravilloso que probaba con elegancia y belleza. Tenía grupos de experimentadores dentro de la Universidad que trabajaban con él yendo hacia adelante con el conocimiento técnico y buscando en el pasado maneras de construir con el bambú. No llegó al premio, pero su influencia experimental en este momento es muy fuerte entre las nuevas generaciones.
Aravena en cambio es un arquitecto muy social. Es la primera vez que en el Premio Pritzker se premia un arquitecto que decide hacer algo de ayuda humanitaria y trabajar con casas muy humildes, sobre todo en Sudamérica. Intentar hacer una construcción que se pueda seguir con una autoconstrucción ayudada es un pensamiento muy inteligente que nos ha conquistado, porque trabaja a la vez como arquitecto convencional, político e inventor de sistemas sociales.
HORSE: Un material, una textura y una forma geométrica que te inspiren o que te representen.
BENEDETTA TAGLIABUE: Los materiales naturales trenzados, como el mimbre con el que experimentamos en Shangái o la madera laminar del centro budista Dzamling Gar Centre en Tenerife. Se trata de trenzar la estructura de manera que parezca un tejido. Estoy muy interesada en un tipo de formas que vienen de geometrías sagradas, están adoptadas en la mayoría de las religiones y son casi las mismas de la naturaleza: nieve, hielo, cristales…
HORSE: ¿A qué recurres cuando necesitas inspiraciones?
BENEDETTA TAGLIABUE: Voy al mar con el perro, cada ola es un poco de batería que se recarga. Habría que encontrar el tiempo para hacerlo casi cada día.
HORSE: También presides la Fundació Enric Miralles. ¿Cómo surgió la idea de hacer una Fundación en su honor?
BENEDETTA TAGLIABUE: Siempre había tenido esta idea porque Enric murió joven, cuando en el estudio estábamos en medio de proyectos fantásticos y teníamos muchos deseos de hacer cosas. La Fundación era la manera de tener vivo este espíritu, el deseo de experimentar y probar, y también su recuerdo, más que nada con las generaciones futuras y la gente joven. Durante mucho tiempo solo fue una idea difícil de realizar, hasta que un día se liberaron los espacios de debajo del estudio y vi que era la ocasión perfecta.
«Enric Miralles era una persona que adoraba la arquitectura como emoción,
a diferencia de otros arquitectos que
solo tienen que solucionar un tema»
HORSE: Uno de los objetivos de la Fundación es no olvidar el particular punto de vista de Enric Miralles. ¿Qué es lo que más destacarías de él?
BENEDETTA TAGLIABUE: Era una persona que adoraba la arquitectura como emoción, a diferencia de otros arquitectos que solo tienen que solucionar un tema.
«La Fundación era la manera de tener vivo el espíritu de Enric, su deseo de experimentar y probar y también su recuerdo»
HORSE: El arte y el diseño son apartados destacados en nuestra revista. ¿A quiénes consideras tus mayores referentes a nivel de arte y diseño?
BENEDETTA TAGLIABUE: Tenemos una librería llena de libros y cada vez que necesitamos tener una buena inspiración abrimos uno u otro, siempre hay referentes diversos y depende también de los momentos. Frei Otto y Buckminster Fuller han sido mucho nuestros referentes. Uno que en la escuela de Barcelona era muy fuerte y que yo aprendí conociendo a Enric es Le Corbusier. Últimamente he vuelto a ver una de sus arquitecturas, La Tourette, y es tan poderosa…
«Frei Otto y Buckminster Fuller han sido mucho nuestros referentes»
HORSE: El concepto con el que te identifica Magazine Horse es PRESTIGIO, por tu brillante carrera como arquitecta. ¿Qué es para ti tener prestigio?
BENEDETTA TAGLIABUE: Tener un grupo de personas que te escuchan, la posibilidad de una conversación. No me gusta pensar en el prestigio como algo distante o lejano. Me gusta tener el prestigio como algo cercano, que tú puedas tener con tus hijos y con las personas que más viven en tu vida.
HORSE: En Horse solemos hablar de viajes especiales. Por tu trabajo has podido visitar muchos lugares. ¿Qué viaje recomendarías a nuestros lectores y cuál es el próximo que tienes pensado?
BENEDETTA TAGLIABUE: Últimamente me gusta mucho viajar a lugares tropicales y cálidos. Ahora tengo previsto ir a Madagascar, que todavía no sé cómo es.
HORSE: ¿Qué sueles hacer en tu tiempo libre para desconectar?
BENEDETTA TAGLIABUE: Escuchar música, ir a dar un paseo, ir al mar, meditar, bailar… Hacer cosas que me conecten con mi cuerpo, con mi vida y con la energía.
HORSE: ¿Cuál es tu color, tu película y tu libro favoritos?
BENEDETTA TAGLIABUE: Mi color creo que es el amarillo, me conquista y me da fuerza.
Las películas van variando. Últimamente vi Blow-Up de Michelangelo Antonioni, se la recomendé a mi hijo que está estudiando cine y me dijo que era fantástica.
De libro, hace años te hubiera dicho que era À la recherche de Marcel Proust, pero ahora leo muchos libros de cultura oriental. Son tan diferentes que realmente me han hecho casi olvidar mi formación literaria europea.
Cercana, vitalista y dinámica, Benedetta Tagliabue no solo conquista por el impecable gusto de su obra, sino por su carácter risueño, la paz que transmite y sus ganas de mejorar el mundo. Porque al final el prestigio se obtiene siendo excepcional, y Benedetta lo es en todos los sentidos.
Imágenes cortesía de EMBT y de Jordi Blancafort.