El cambio de mentalidad en el mundo de la moda es cada vez más notable. Las grandes marcas del fast fashion están dando pasos en la dirección adecuada: el camino hacia la sostenibilidad. El gigante británico Asos ha sido una de las últimas en unirse a este movimiento. ¿Es posible un Asos sostenible?
La tienda online por excelencia acaba de anunciar que dejará de utilizar plumas, seda, mohair y cachemir en sus prendas a partir de 2019. Se une así a las restricciones en el uso de materiales que procedan de la explotación animal o medioambiental que han adoptado otras marcas como Gucci, que este año anunciaba que dejaría de utilizar pieles a partir de 2019 o H&M, con su ya conocida colección H&M Concious.
Hace tan solo unos meses Asos se comprometía, junto a otras 63 firmas, a producir de forma más sostenible y aumentar el uso de textiles reciclados para el año 2020. Con esta iniciativa en mente establecieron la meta de utilizar algodón 100% sostenible en todas sus colecciones para ese año.
Educación en sostenibilidad para sus diseñadores
Además, enviará a 15 de sus diseñadores a un programa de concienciación en colaboración con el Centro de Moda Sostenible del London College de Londres. A través de los talleres y conferencias que allí se imparten, la firma pretende trasladar a todo su equipo creativo los conocimientos y habilidades necesarias para producir moda de manera sostenible empezando desde el diseño de las prendas.
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El objetivo es producir prendas de manera sostenible desde su diseño.
El camino hacia un Asos sostenible pasa por muy diversas acciones, no solo por aquellas que conciernen a la moda. La compañía tiene como objetivo reducir su huella de carbono, consumo de agua y residuos en un 15% para 2020. Han reciclado 352 toneladas de cartón en el último año. Sus bolsas de envío contienen un 25% de material reciclado, mientras que las cajas están elaboradas con cartón reciclado 100%.
Lo que está claro es que un halo de conciencia ha caído sobre los consumidores, que cada vez miramos menos la etiqueta del precio y más el impacto ambiental que genera lo que compramos. Una reflexión que se ha trasladado a las cúpulas de las grandes firmas de moda y que les ha llevado a plantearse objetivos de sostenibilidad como estos.